Entrevista original en inglés/Original English version

Entrevista traducida al español por Sharon Gesund/ Translated interview by Sharon Gesund

ENLACE JUDÍO

David Wolpe es autor, conferencista y Rabino conservador del Templo Sinaí de Los Ángeles, California; estuvo presente en la Ciudad de las Ideas 2011.

Dentro de este foro, participó en un acalorado debate sobre el sentido de la vida en el que se intercambiaron distintas opiniones.

“Nuestro propósito y significado en este mundo es trascendido y se va más allá, a través de nosotros y termina después de nosotros”, dijo el rabino, y agregó que: “el mundo nos está hablando y nos dice que nuestras vidas tienen color, belleza y propósito -no termina cuando nosotros terminamos”.

En contraparte, David Livingstone Smith, Director del Instituto de Ciencias Cognitivas y Psicología Evolutiva, sostuvo que la vida no tiene un propósito, “el propósito de la vida es un concepto ininteligible, la vida no tiene un propósito; estar vivo no tiene un propósito. Claro, todos somos capaces, si somos afortunados, de tener vidas llenas de propósito y de significado profundo”.

Para la suerte de quienes creemos que la vida tiene un propósito, el público era, en su mayoría, creyente.

Enlace Judío tuvo el placer de entrevistar a David Wolpe en exclusiva y platicar acerca del debate, el antisemitismo, su relación con la Comunidad Judía mexicana y la situación actual de Isral.

ENLACE JUDÍO: Para hablar sobre el sentido de la vida, elegiste una historia que sucede en Auschwitz, ¿por qué elegiste esta historia?

DAVID WOLPE: Elegí esta historia porque ese es un lugar en el que  se puede pensar que la vida no tiene ningún sentido. Imagínate un campo de concentración; allí, cualquiera diría: ¿para qué vivir si hay tantas personas muriendo?  En un libro maravilloso, “El hombre en busca de sentido”, Viktor Frankl habla sobre la gente que creía profundamente en que la vida tenía sentido y significado: son los que sobrevivieron a los campos. Quienes creían que la vida no tiene ningún sentido no sobrevivieron. Es una especie de prueba de vida.

EJ: ¿Nos puedes contar esta historia?

DW: La historia tiene como protagonista al Rabino Hugo Green, quien estaba, con su padre, preso  en el campo de concentración de Auschwitz. Al llegar ( la festividad de) Januká, el padre tomó la ración de margarina, con ella hizo una janukiya (candelabro) y la prendió, Hugo, siendo pequeño, estaba muy enojado y dijo a su padre: “Esto es comida para vivir y no tenemos mucha” . Su padre le contestó: “Un hombre puede vivir 3 semanas sin comida, 2 ó 3 días sin agua, pero no puedes vivir 3 minutos sin esperanza”. Ese sentido de esperanza que lo dio Januká , nunca lo perdió.

EJ: En el debate, al escuchar  esta historia, tu contrincante respondió “Whatever takes you through the night” (“Lo que sea que te lleve a través de  la noche”), ¿qué opinas de esta respuesta?

DW: Creo que, con esa respuesta, quiere expresar que la gente asume y cree en la religión sólo porque los hace sentir mejor. Para mí, eso no tiene sentido, porque la religión no siempre te hace sentir mejor; a veces te hace sentir peor, otras te hace preguntarte acerca de la existencia de D-os, cuando  en realidad no deberías. Ser creyente es a veces difícil. Para mí, esta respuesta fue despectiva porque en realidad no respondió a la pregunta. Sin embargo, no creo que quiso ser cruel.

EJ: Creo que fue arrogante.

DW: Puede que haya sido algo arrogante, pero en debates, tú sabes, debemos tener  piel gruesa.

EJ: ¿Qué crees que el judaísmo haya brindado a la humanidad acerca del sentido de la vida?

DW: En primer lugar, el judaísmo siempre se enfoca en preguntar: el debate es muy natural para el judaísmo, el Talmud , todo, trata de preguntas y respuestas; segundo, realmente pensamos que la esencia del judaísmo es cómo nos comportamos: no cómo creemos, sino cómo nos comportamos. Entonces, si eres bueno, amable, decente -y actúas de la manera que D-os desea para ti- eso es más importante que lo que piensas sobre D-os. No es la visión general de la mayoría de las religiones, pero es la visión central del judaísmo.

EJ: ¿Cuál es TU sentido de la vida?

DW: Mi sentido de la vida es el  que el judaísmo enseña: hay que  crecer el alma, para eso estamos aquí.  Lo podemos hacer de muchas maneras: por medio de tus seres queridos, por medio de tu trabajo, por medio de los libros que lees…Pero estamos aquí para volver a D-os con un alma más profunda y más bella.

EJ: ¿Cuál es la ventaja que tú tenías sobre los otros (ponentes del debate)?

DW: Yo estaba seguro de lo que decía; he participado en varios debates y conferencias, incluso de manera diferente. Una de las ventajas es que lo que yo hago para vivir es hablar: soy un conferencista y ponente de oficio. De cualquier manera puedes ver en mi página mis sermones semanales. Hablar  frente de la gente es muy natural para mí. También el hecho de que la audiencia en su mayoría, era religiosa, lo que por lo general no sucede en universidades e instituciones no religiosas.

EJ: ¿Has tenido alguna relación con la Comunidad Judía de México?

DW: El año pasado estuve aquí y  tengo varios amigos. También mexicanos miembros de mi congregación en Los Ángeles, quienes me dijeron “Si vas a Puebla, debes probar el mole, si no, no queremos volver a verte” .

EJ: ¿Y ya probaste el mole?

DW: No, todavía…

EJ: ¿Cómo lidias con el antisemitismo?

DW: Todo depende de cómo se exprese.La manera como lidiamos con ello en Estados Unidos es discutiendo y expresándonos en la prensa o donde sea: no nos quedamos callados, somos muy agresivos para combatir el antisemitismo. En los Estados Unidos sí estamos dispuestos a combatirlo, no somos tímidos como en Francia u otros países que son más retraídos.

EJ: Me parece que el mundo no aprende de lo que nos ha pasado y que siempre va camino a lo mismo, ¿qué piensas sobre esto y cuál sería tu consejo?

DW: Mi consejo es ser muy cuidadosos de culpar a los judíos por lo que otros hacen: el antisemitismo no es un problema judío. Lo que tenemos que hacer es ser quienes somos en realidad; tarde o temprano, esperamos que el mundo lo acepte. para que el mundo nos acepte, los judíos nos modificamos constantemente, por lo que dejamos de ser nosotros mismos.

EJ: ¿Crees que éste sea el problema de Israel hoy en día?

DW: Es uno de los problemas, Israel está pasando por tiempos muy difíciles y tiene que preocuparse por la opinión de los demás. Como país, Israel es una nación entre naciones, no es una religión. Pero,al mismo tiempo, tiene que demostrar quiénes somos y eso le resulta muy difícil y complicado. A veces, Israel intenta  ajustarse (a lo que el mundo espera de él, nota del ed.), a veces renuncia a hacerlo: busca la postura idónea ante el mundo.