SUSANA GUASP EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

Existen dos patologías  en nuestra sociedad que deben ser tratadas: la prepotencia económica y el problema de control de la ira.

El caso Sacal, más que el asunto de un hombre abusando física y verbalmente de un empleado, representa la profunda herida de humillación  que sufren muchos trabajadores en el mundo  por una  clase de individuos que no se distinguen por edad, sexo o religión-  muchas veces tampoco son de notable posición económica- sino  que se caracterizan por abuso de poder, falta de educación y civismo.

El  mal manejo del enojo, la falta  de tolerancia a la frustración, la necesidad de humillar y verbalmente abusar no son exclusividad de ningún genero, ni religión; son una enfermedad que se repite en todo el esquema de las relaciones  humanas  y no sólo en nuestro país. Es una conducta intolerable y muy criticable.

Un ser humano merece respeto y trato digno. Afortunadamente, ya hay quien levante la voz y denuncie esto. Ojalá todas las mujeres golpeadas y violadas por sus maridos reciban este mensaje.