ADELA MICHA/EXCELSIOR

La película se llamó En el tiempo de las mariposas y recrea la discriminación y la violencia contra las hermanas Mirabal: Minerva, Patria y María Teresa que fueron asesinadas en 1960 por hombres armados del dictador de República Dominicana, Rafael Leónidas Trujillo.

Su activismo político y su lucha permanente en favor de los derechos y las libertades de la mujer las hizo heroínas y, en su nombre, la Organización de las Naciones Unidas eligió el 25 de noviembre, cuando murieron, como el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer. Cada año, 200 millones de mujeres desaparecen o mueren en el mundo, víctimas de la violencia. De ellas, mujeres entre los 15 y los 44 años mueren abusadas sexualmente, mutiladas, en condiciones de esclavitud, sometimiento, bajo tortura y, todas, son muertes prevenibles si existiera una cultura viva, activa, rigurosa.

Jurisprudencia, leyes y políticas públicas contra la no violencia. Lo que es peor, el mismo índice, en aumento, estimula la práctica de los asesinatos, justo precisamente, porque la mayoría de los crímenes quedan impunes. ¿Por qué ocurre esto?, ¿por qué hay violencia de género? Y, además, ¿por qué sigue creciendo el fenómeno de los feminicidios ?

Porque hay una cultura machista que desde el nacimiento menosprecia, discrimina, ningunea el hecho de ser mujer. Y ese es el origen, pero en el acontecer cotidiano, se va del ninguneo al acoso, del grito al insulto, de la humillación a los golpes, las bofetadas, las patadas. Y ya en el último grado del menosprecio, sigue el ataque frontal, implacable e inmisericorde, hasta provocar la muerte.

Y la violencia de género aumenta de acuerdo a distintos factores, circunstancias, ámbitos: en materia de salud, hay violencia en el trato negligente hacia la mujer, en situación ante el aborto, en la falta de atención médica. Pero de todas las formas de violencia, la doméstica, la de la mujer que duerme con el enemigo, es la de mayor incidencia. Siete de cada diez asesinatos ocurren de la puerta de la casa hacia adentro. Los que ejercen violencia cotidiana contra “sus” mujeres, son los hombres, esposos, tíos, padres, hermanos, padrastros o tutores.

De acuerdo a las estadísticas de Inmujeres, siete de cada diez mujeres fueron golpeadas o sufrieron algún tipo de violencia por lo menos una vez en su vida. Pero también hay otros factores que contribuyen: el aumento de la criminalidad, el narcotráfico, las migraciones, la trata de personas, el tráfico de mujeres y el llamado comercio sexual.

A la violencia doméstica le siguen la social, de pareja, la sexual, la económica, la emocional. Hay violencia institucional cuando los estados castigan con prisión el hecho de que una mujer, incluso en forma accidental, pueda perder al hijo a unas semanas del embarazo. Y la hay además cuando, cura o juez, institución o gobierno, le impiden ejercer el derecho de elegir el número de su progenie. Hay violencia también, notoria, salvaje, vigente, cotidiana, cuando a la mujer, en casa, soltera, casada, viuda o divorciada, no se le permite expresar opinión, se le prohíbe usar maquillaje, ropa, bolsa o calzado, la forma de andar, y se le recorta espacio y tiempo de recreación o diversión. En nuestro país, las entidades con mayor violencia de género son: Jalisco, el Estado de México, Chihuahua, Guerrero, Oaxaca, Tamaulipas, el Distrito Federal. Mañana será el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer. Un día que debe llamarnos a la reflexión de qué estamos haciendo por hacer respetar y valer el derecho, el orgullo y la fortaleza, la dignidad, de ser mujer.