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Tarragona puede convertirse en la capital de la paz entre Israel y Palestina. Los deportistas de los dos territorios históricamente enfrentados podrían competir juntos por primera vez en los Juegos Mediterráneos que se celebrarán en la sede catalana en el 2017. La asamblea extraordinaria del Comité Internacional de los Juegos Mediterráneos (CIJM) que se celebrará a finales de junio en la ciudad catalana tiene un único punto en el orden día, que será ratificar el acuerdo entre Israel y Palestina para disputar los Juegos del 2017.

El objetivo de la reunión es poner en firme el acuerdo al que llegó en diciembre el comité ejecutivo del CIJM, en el que las delegaciones de Israel y Palestina aceptaron tomar parte en los Juegos del 2017. Fuentes del Comité Olímpico Internacional (COI) han informado que los países árabes aceptan levantar el veto que tradicionalmente han puesto a Israel a cambio de permitir la presencia de Palestina, aunque no sea un Estado soberano. La decisión puede significar un paso determinante cara a lograr la paz en Oriente Medio.

El deporte puede convertirse una vez más en la vía alternativa para solucionar los conflictos políticos. En este sentido, fuentes del COI aseguran que su propio presidente, Jacques Rogge, y su mano derecha, el vicepresidente Mario Pescante, han sido los principales valedores en promocionar el encuentro entre Israel y los países del mundo árabe.

CONSENSO EN EL MUNDO ÁRABE / Los siete países árabes (Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Egipto, Líbano y Siria) entre los 20 que se integran en la organización de los Juegos Mediterráneos aceptan, según las mismas fuentes, lo que decida Palestina en la reunión de junio en Tarragona. En la cita estará presente la española Theresa Zabell, miembro del comité ejecutivo del CIJM y una de las artífices de que a finales del año pasado se concediera a Tarragona la organización de los Juegos Mediterráneos del 2017.

De ratificarse el acuerdo, Tarragona se beneficiará de la nueva dimensión que adquirirán los Juegos Mediterráneos, una competición menor en comparación con los Juegos Olímpicos. Tanto el COI como el CIJM han empezado a allanar el terreno para conseguir un hito histórico en el deporte mundial.

IMPACTO MEDIÁTICO / De por medio queda la cita de los Juegos Mediterráneos que se celebrarán en el 2013 en la ciudad turca de Mersin, y Pescante tendrá margen para seguir tejiendo los hilos de dos posturas (la judía y la árabe) que hasta ahora parecían irreconciliables. El vicepresidente del COI fue, además, presidente de los Juegos Mediterráneos que se celebraron en Pescara en el 2009 y recientemente ha aceptado presidir la candidatura de Roma a los Juegos Olímpicos del 2020.

Tarragona, además de multiplicar su impacto mediático en el mundo, podría convertirse en un punto de referencia para la paz. Al mismo tiempo, la presencia de Israel y Palestina exigirá nuevos retos al comité organizador. La cita obligaría a tener que redoblar las exigencias en materia de seguridad, aunque España cuenta con el aval que le dieron los Juegos Olímpicos de Barcelona-92 y otros acontecimientos.

Los Juegos Mediterráneos, a pesar de la crisis, también obligarán a las instituciones a estar a la altura de la nueva responsabilidad. La candidatura que presidió el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, ya obtuvo el apoyo de las diferentes administraciones. Solo el grupo municipal de CiU puso pegas a un reto que incluso aceptó el PP.