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Las conflictivas relaciones entre el movimiento palestino Hamás y el reino de Jordania vivieron hoy un día histórico con la primera visita oficial del líder político del grupo islamista, Jaled Meshal, a Ammán tras ser expulsado del país, hace doce años.

Meshal y otros tres dirigentes de Hamás fueron expulsados de Jordania en 1999, después de que las autoridades decretasen el cierre de su sede, que ahora mismo está situada en Damasco.

Desde entonces, pese a haber viajado en privado en numerosas ocasiones, Ammán se había resistido a recibir a Meshal oficialmente, por lo que el acto de hoy marca un giro estratégico en la posición jordana hacia el movimiento islamista.

El secretario general de la Oficina Política de Hamás viajó acompañado por el príncipe heredero de Catar, Tamim bin Hamad al Zani, cuyo país está mediando entre el grupo palestino y Jordania.

El rey Abdalá II ofreció una recepción al catarí y a Meshal, en la que defendió el proceso de reconciliación entre las facciones palestinas, sellada en El Cairo en un reciente acuerdo entre el líder de Hamás y el líder del grupo nacionalista Fatah, Mahmud Abás.

Este pacto “fortalece al pueblo palestino y a sus esfuerzos por recuperar sus derechos legítimos”, subrayó el monarca jordano en un comunicado difundido por la Casa Real jordana.

Ante Meshal, Abdalá defendió sin ambages las últimas negociaciones entre israelíes y palestinos auspiciadas por Jordania, ya que “representan la única forma de restablecer los derechos de los palestinos y lograr la solución de dos estados”.

Hace cuatro días, Jordania decidió suspender durante una semana las conversaciones entre los negociadores palestino e israelí para evaluar el resultado de las reuniones exploratorias mantenidas hasta ahora bajo los auspicios de Ammán y que pretenden reactivar las negociaciones directas entre las dos partes.

En declaraciones a la prensa tras el encuentro, Meshal criticó la “intransigencia israelí” por no haber extendido la moratoria de sus asentamientos, lo que llevó hace 16 meses al estancamiento de las negociaciones con los palestinos.

“Hamás rechaza categóricamente todos los proyectos de llevar a los palestinos fuera de su patria o de crear una patria alternativa, e insiste en el restablecimiento de los derechos palestinos por completo”, enfatizó Meshal, en alusión a algunas propuestas israelíes de crear un Estado palestino en Jordania.

El acercamiento de hoy y la grave situación actual en Siria han agitado los rumores sobre un posible regreso de la dirección de Hamás a Jordania, algo que ha sido desmentido tanto desde Gaza como desde Ammán.

El primer desplazamiento oficial a Ammán de Meshal desde su expulsión hace doce años “contribuirá a corregir la relación” entre el reino hachemí y el movimiento islamista palestino, indicó uno de sus portavoces, Sami abu Zuhri, en un comunicado.

El ministro de Información jordano, Rakan Mayali, también descartó esa posibilidad ya que “tal arreglo no está en la agenda” y ni siquiera Hamás lo ha solicitado.

Las últimas veces que se permitió a Meshal entrar en Jordania en un viaje privado fue el año pasado para visitar a su madre enferma y en 2009, para acudir al funeral de su padre.

Es la primera vez que los gobernantes jordanos se reúnen con los líderes de Hamás desde 1997, cuando el fallecido rey Husein, padre de Abdalá II, consiguió la excarcelación del fundador del líder espiritual de Hamas, el jeque Ahmed Yasin.

El punto de inflexión en las relaciones entre Jordania y Hamás aconteció hace dos meses, cuando el recién nombrado primer ministro jordano, Aun Jasauneh, declaró que la expulsión de Hamás de Jordania fue un “error tanto legal como constitucional”