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En 1960, la agencia de inteligencia israelí Mossad capturó en Argentina a uno de los oficiales nazis más buscados: Adolf Eichmann. A 52 años de ese hecho, los detalles de la detención pueden verse por primera vez en la exhibición del museo Beit Hatfutsot del Pueblo Judío en Tel Aviv, Israel, bajo el nombre de “Operación Final”. Allí se observan objetos, nombres y documentos de las maniobras que llevaron al secuestro del ex militar nazi en Buenos Aires, Argentina.

Eichmann estuvo a cargo de implementar la “solución final”, el plan de Adolf Hitler para el exterminio de los judíos en Europa, durante la Segunda Guerra Mundial. Así, se calcula que fue co-responsable de la muerte de más de cuatro millones de judíos en campos de exterminio.

“Esta es la primera vez que el Mossad llevó a cabo una operación en el extranjero, por lo que inventó todo este tipo de cosas a lo James Bond”, dijo a la prensa británica el curador de la exhibición, que se identifica como Avner A.

Allí se encuentra el archivo original del Mossad sobre Eichmann, bajo el título “Dybbuk”, que en hebreo quiere decir “espíritu maligno”. También se exhibe un maletín con una cámara oculta que tomó las imagenes de Eichmann en Buenos Aires, y las patentes falsificadas que los agentes hicieron para los autos que rastrearon al nazi.

Pero también hay objetos que fueron fundamentales en el momento de su captura: los guantes usados por un agente que lo atrapó, las agujas para sedarlo y el pasaporte falsificado que fue utilizado para sacarlo de Argentina.

Tras el término de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, Eichmann escapó a Argentina en 1950, bajo el seudónimo de Ricardo Klement.

Pasó inadvertido hasta 1957, cuando su hijo mayor, Nick, se hizo amigo de una niña llamada Silvia. Su padre, Lothar Hermann, era un sobreviviente del Holocausto. Los comentarios antisemitas de Nick lo hicieron sospechar.

Hermann escribió una carta, que está actualmente en la exhibición, a Fritz Bauer, sobreviviente del Holocausto y fiscal jefe de la región alemana de Hesse.

Bauer informó a los israelíes y ellos comenzaron a espiar al supuesto Ricardo Klement. Compararon fotos de éste con Eichmann y comprobaron que eran la misma persona, a través de detalles en las orejas. Fue capturado el 11 de mayo de 1960. “Si te mueves -le dijo un agente- recibirás un tiro en la cabeza”. Según la exhibición, Eichmann contestó en alemán: “Acepto mi destino”.

Los objetos que llevaba en esos momentos están en la exposición: una peineta, un cuchillo de bolsillo y una cigarrera de plástico.

Eichmann estuvo detenido nueve días, hasta que el grupo voló en un avión de la línea israelí El Al, que había llevado a Argentina a una delegación de Israel para el aniversario 150 del país sudamericano. Los agentes sedaron a Eichmann, lo vistieron con el uniforme de la aerolínea y lo sentaron en primera clase, asegurando que era un miembro de la tripulación que estaba enfermo. Nadie lo reconoció. La muestra reveló también que existió un Plan B: meter a Eichmann en un barco que transportaba carne congelada, e incluso un Plan C, que incluía dejar al nazi en un centro de rehabilitación en Europa, antes de llevarlo a Israel.