ELENA BIALOSTOSKY

 

El Rabino Arturo Kanner es el Rabino de Aish México. Nació en la ciudad de México donde realizó universitarios de Psicología en la Universidad Iberoamericana (UIA), y continuó haciendo un bachelor en New Jersey y posteriormente una maestría en Sociología Clínica en la Universidad de North Texas, especializándose en psicología familiar y de pareja.

Fue educado dentro de un hogar no ortodoxo pero cuando se fue de hajshará, su hermano mayor lo quiso introducir a una educación más religiosa, por lo que viajó a Israel donde conoció a Aish y formó una relación más profunda con la ortodoxia, al mismo tiempo de llevar a cabo sus estudios rabínicos en este país.

Él nos comenta: para ser Rabino se lleva toda una vida, hay que pasar por Talmid (alumno) Jajam, Talmid de la Jojmá… uno nunca acaba, dependiendo del tipo de Smija, de rabinato que uno quiere, uno seguirá estudiando y nunca habrá de acabar.

Aish es un movimiento que trata de generar responsabilidad dentro de las necesidades del pueblo judío. Rav Weinberg, quien lo fundó hace 30 años, decía que nuestra obligación siendo judíos es ser responsable por los demás judíos en cualquiera que sean las cosas que necesitan, que la prioridad es la parte espiritual, que es necesario que conozcan los judíos lo que es ser judío. Hoy en día hay centros de Aish alrededor del mundo.

En México, Aish comienzó hace dos años con la iniciativa del Rabino Pilatowsky, quien decidió traerlo a México con el apoyo del Sr. Moisés Rabinovich y el Dr. Sergio Kershenovich.

El propósito de las conferencias del Rabino Kanner es principalmente transmitir la pasión por la responsabilidad. Nos comenta: ”En el judaísmo hay tres relaciones que el ser humano debe de tener: una es la integración con uno mismo, o sea la integración del cuerpo con el alma, otra es la relación con los demás y por último la relación con el Creador.” En sus talleres se abordan estos tres aspectos mencionados anteriormente, para entender la filosofía de lo que realmente significa ser judío, con dinámicas de introspección.

En su opinión, ”la juventud es coherente con lo que se le ha enseñado”, dice, ”ojalá podamos darle otra visión de lo que realmente es el judaísmo, y podamos darle en Aish otra visión y otro entendimiento de lo que es el judaísmo.” ”Aprecio y valoro el esfuerzo que hacen las escuelas judías para permanecer siendo judíos, identificados por las tradiciones judías. No obstante, sería interesante que los jóvenes tuvieran un Rabino cerca para que los jóvenes empiecen a generar una relación con un Rabino y vean que es un recurso en caso de que lo llegaran a necesitar y que lo vean como un ejemplo de sabiduría, que enseña lo que le apasiona para que pueda trascender.”

Finalmente menciona: ”Para muchas religiones el judaísmo es y ha sido un foro de vida, es la fuente de todo lo que tienes, un manantial de sabiduría, pero muchas veces el judaísmo se ha presentado de una forma poco atractiva, cosa que hay que cambiar.”