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Ankara ha impuesto restricciones al tráfico aéreo de naves de carga israelíes. La medida se suma a la prohibición, anunciada a finales de diciembre por el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, de permitir que aviones militares franceses crucen su cielo. Tanto París como Tel Aviv mantienen sus relaciones diplomáticas con Turquía en horas bajas.

Según el periódico israelí ‘Haaretz’, la decisión del Gobierno que preside Abdullah Gül ya ha afectado económicamente a las dos principales compañías de carga del país, EI AI y CAL. Las nuevas medidas de Ankara obligarán a las naves hebreas a tomar rutas alternativas para evitar invadir el espacio aéreo turco.

Todo desplazamiento aéreo de mercancías consideradas ‘peligrosas’ deberá notificarse con 10 días de antelación. Posteriormente, las autoridades turcas deliberarán sobre si autorizan el vuelo. La restricción no afecta sólo a explosivos, sino también al transporte de elementos tales como baterías o perfumes.

“Este serio gesto de Turquía debe tener una respuesta inmediata de las autoridades de aviación civil israelíes”, asegura en las páginas del ‘Haaretz’ un ejecutivo industrial. Según el rotativo, ambas compañías perjudicadas se han puesto en contacto con la Administración Aérea nacional exigiendo medidas recíprocas.

Relaciones deterioradas

La nueva postura de Turquía respecto Israel deteriora aún más las relaciones bilaterales entre ambos países. Recep Tayyip Erdogan criticó con dureza tanto la ‘operación Plomo Fundido’ sobre Gaza en invierno de 2009 como el asalto israelí al buque turco ‘Mavi Mármara’ en mayo de 2010.

A finales de diciembre, el primer ministro de Turquía anunció que no volvería a permitir que el ejército francés surcara el cielo o las aguas de su territorio. La acción era una represalia a la aprobación, por parte de la Asamblea Nacional gala, de una ley que penaliza la negación del genocidio armenio. Un alto cargo gubernamental afirmó al periódico ‘Daily Hurriyet’ que, desde principios de año, Ankara ha negado una solicitud francesa para entrar en su espacio aéreo y dos para atracar en sus aguas. Extremo que confirmó en el canal CNN Türk el embajador de París en Ankara, Laurent Bili: “Estamos tomando rutas alternativas”.