CON INFORMACIÓN DE HAARETZ

1 de marzo 2012- A los familiares de Daniel Pearl- el reportero del Wall Street Journal que fue secuestrado y decapitado por terroristas durante una misión en Pakistán en 2002- les inquietó saber, la semana pasada, que había sido bautizado por los mormones a título póstumo, en un templo en Idaho.

La noticia se produjo semanas después de que los líderes mormones se disculparan por el bautismo póstumo de los padres de Simon Wiesenthal, superviviente del Holocausto y famoso cazador de nazis. De acuerdo con el investigador con sede en Utah que descubrió los registros, la lista de los judíos prominentes cuyas almas han recibido el mismo trato, podría incluir a Ana Frank.

“Los mormones piensan en el bautismo de los muertos como un servicio a los demás, casi como la adición de los nombres de miembros de la familia a una lista de invitados,” explicó recientemente el clérigo Forrest Slate Wickman. Sin embargo, en respuesta a las protestas de grupos judíos, líderes de la Iglesia han eliminado los nombres de cientos de miles de víctimas del Holocausto de sus libros. Sin ser capaces de acabar con la práctica por completo.

Usted, ¿qué opina? ¿Tienen razón de ofenderse las familias de aquellos que han sido bautizados póstumamente?