LA VANGUARDIA.COM

El ataque incendiario del pasado lunes contra una mezquita en Anderlecht,

un municipio de Bruselas, fue presuntamente para atemorizar a los chiitas en Siria, según informó hoy la policía belga tras interrogar a un inmigrante ilegal musulmán detenido tras el atentado.

De acuerdo con la fuente, el sospechoso, de 30 años, responsabiliza a la minoría chiita de la situación en Siria. El presidente Bashar al-Assad es alauí, una etnia que muchos sirios sunitas vinculan estrechamente con los chií. En el ataque murió el imán de la mezquita Abdallah Baddou, de 46 años, a causa de una intoxicación por el humo que causó el ataque incendiario contra el edificio religioso. Otros dos hombres resultaron heridos.

Al parecer un testigo vio a un hombre prendiendo fuego a las instalaciones a las 17:45 GMT del lunes. El ministro del Interior belga, Joelle Milquet, dijo a la emisora RTBF que creía que el sospechoso detenido era un islamista radical. “Mis pensamientos están con la víctima y sus familiares, pero condenamos firmemente la violencia empleada durante este incidente”, dijo por su parte el primer ministro belga, Elio Di Rupo. El domingo se llamó a una marcha en la capital belga para conmemorar a Baddou y llamar a la tolerancia y el diálogo, informaron las agencias de noticias.