EL PAÍS

Un desconocido subido a una motocicleta ha abierto fuego a las 7.55 de este lunes a las puertas y en el interior del colegio judío Ozar Hatora de Toulouse (sur de Francia), y ha causado la muerte a un profesor de religión, de 30 años, sus dos hijas, de tres y seis años, y otra niña de 10 años, según ha confirmado el fiscal de la ciudad, Michel Valet. El pistolero ha disparado, en primer lugar, contra un grupo de padres y menores que se encontraban a las puertas de la escuela, que alberga a 200 alumnos en el barrio residencial de Roserai. Tras este primer ataque, el sujeto ha entrado en el centro y, según el fiscal, ha perseguido a los alumnos abriendo fuego. El tiroteo ha causado heridas a al menos otras cinco personas. Una de ellas, un joven de 17 años, se encuentra en estado grave. Las primeras investigaciones encuentran similitudes entre este ataque y el asesinato la semana pasada de tres militares franceses.

La policía ha encontrado casquillos de bala de dos pistolas diferentes, una del calibre 11.43 y otra de 9 milímetros. El hombre habría utilizado el arma con calibre 9 milímetros a la entrada del centro. Una vez que esta se encasquilló, el agresor habría sacado otra con la que ha accedido al interior de la escuela. “Disparó contra todo lo que tenía delante de él”, ha manifestado Valet. Según ha contado a la emisora France Info la madre de un alumno, el autor de los disparos “ha llegado en una moto blanca”. Otros testigos afirman, sin embargo, que la moto era negra.

Las autoridades sospechan que el autor de los disparos puede ser el mismo hombre que la semana pasada usó un patrón semejante en dos tiroteos ocurridos en la misma zona del país. El domingo pasado, un militar francés fue abatido a tiros en plena calle en Toulouse, y el jueves dos militares más murieron y otro resultó herido muy grave en la cercana ciudad de Montauban.

Las investigaciones apuntan a que los casquillos 11.43 son los mismos usados en los ataques contra los soldados paracaidistas, que fueron perpetrados por un hombre con casco que montaba una moto. El ministro de Interior, Claude Guéant, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, han afirmado que hay “semejanzas” entre los tres sucesos. La policía francesa había desplegado un gran operativo para localizar al asesino de los militares, pero todavía no lo ha encontrado.

La fiscalía antiterrorista ha abierto este lunes una investigación por los tres sucesos, el ataque contra la escuela y los asesinatos de los militares. Según ha comunicado el fiscal, François Molins, su departamento ha asumido las competencias de los hechos “calificados como asesinato e intento de asesinato en relación con una trama terrorista”.

Sarkozy, sumergido en plena campaña para las elecciones del 22 de abril, ha llegado ya a Toulouse, junto al presidente del Consejo de Representantes Judíos de Francia, Richard Prasquier. “El odio no ganará”, ha dicho Sarkozy desde el lugar de los hechos, “la República es más fuerte que el odio”. “Pondremos todos nuestros esfuerzos para que el asesino sea detenido y pague por sus crímenes”, ha añadido. Hasta allí viaja también el candidato de los socialistas franceses a la presidencia, François Hollande, quien ha suspendido la campaña electoral.

Israel se ha mostrado “horrorizado” por la noticia, igual que el Gran Rabino de Francia, Gilles Bernheim, que también viaja a esta hora hacia Toulouse. Los centros de culto han elevado las medidas de seguridad. Es el primer ataque contra un objetivo judío desde el atentado en 1982 contra un restaurante de la calle Rosiers de París. La comunidad de esta confesión en Francia, la mayor en suelo europeo, cuenta con unas 700.000 personas.