ELUNIVERSAL

“Imagine miles de cohetes cayendo sobre México”. Primera de dos partes

“¿Está usted armado?”, en perfecto inglés es la pregunta inicial de la recepcionista que atiende al público en el edificio donde despacha el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.

La franqueza del cuestionamiento desconcierta a cualquier extranjero que pretenda entrar a una oficina gubernamental en cualquier país del mundo. No es una duda rara para los ciudadanos israelíes a quienes, a cambio de tres años de servicio militar obligatorio, el gobierno regala un arma que pueden portar libremente.

Otra guardia, uniforme azul, continúa: ¿Por qué visitó Egipto? ¿Cuándo? ¿En qué hotel se hospedó? ¿Cuántos días? ¿Y Paquistán? ¿Libia? Los sellos del pasaporte no ayudan a que el interrogatorio sea breve.

Dos hombres y una mujer del mismo cuerpo de seguridad revisan cada cable, teléfono, cámara, lámpara. Uno por uno.

A detalle. Los pasan hasta cuatro veces por los Rayos X. Un tripié fue retenido porque sus bases eran puntiagudas.

El clímax: la agente sostiene un pedazo de papel con unas pinzas. “Enséñeme las palmas de las manos, por favor… El dorso… Gracias”, solicita mientras acaricia la piel con el papel. Es la prueba de Harrison para detectar si se ha disparado un arma recientemente.

En la planta baja está la sala de prensa y a un lado, la oficina austera, medio vieja y descuidada, donde nos anuncian, al rato llegará Bibi -así le dicen todos en Israel- para la entrevista que pactamos.

Israel y los palestinos se han enfrascado desde el viernes en otra más de sus escaladas de violencia.

Ese día, la Fuerza Aérea israelí bombardeó la Franja de Gaza, gobernada tras una victoria electoral y un posterior golpe interno por la organización palestina Hamas, considerada terrorista por Estados Unidos.

Argumentó que lo hizo para matar -y lo logró- al líder de una célula del grupo extremista Yihad Islámica y de los Comités de Resistencia Popular (catalogados igual que Hamas), que planeaba atentar contra ciudadanos israelíes en la frontera con Egipto.

Los grupos radicales respondieron con una lluvia de cohetes, morteros y misiles. Israel siguió bombardeando desde aviones. Los palestinos no dejaron de usar sus explosivos aéreos.

Viernes, sábado, domingo, lunes, martes. 70 bombas de Israel contra 200 morteros y misiles palestinos, según reportes locales.

Los palestinos denunciaron que los ataques asesinaron a 25 de sus ciudadanos, tres niños incluidos. Israel cerró las escuelas para 200 mil alumnos lamentando que incluso un mortero hizo blanco en el patio de un kínder dejando las paredes exteriores de un aula con una treintena de esquirlas.

Los radicales palestinos exhibieron nuevo y más potente y preciso armamento, capaz de llegar hasta Ashkelon, a cuarenta kilómetros de Tel Aviv, la zona metropolitana más grande de Israel con más de un millón de habitantes.

El gobierno de Netanyahu presumió su “Domo de acero”, un escudo virtual a base de radares que detectan el lanzamiento de un misil, calculan su dirección y velocidad, y si estiman que aterrizará en zona poblada automáticamente envían un contra-misil para hacerlo explotar en el cielo.

Este contexto se suma a las amenazas entre Israel e Irán y a la inestabilidad en Siria (frontera norte de Israel), la agencia oficial de noticias de Egipto reveló que funcionarios de su país lograron mediar un alto al fuego entre Israel y Palestina.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, habló del asunto:

¿Israel acepta el cese al fuego que se logró gracias a la intervención de Egipto, como dijo un funcionario egipcio?

Eso está por verse. Nosotros nos defendemos cuando nos agreden, usted lo sabe. Israel es un país y creo que México es 80 o 100 veces más grande que Israel.

No creo que tanto

Hacer que el público se imagine el tamaño de México… Sí, creo que sí, México es como de ese tamaño.

Ah sí, en términos de territorio, no de población…

De tamaño, sí. México es un gran país, México es un gran… He estado ahí, México es un gran país dos veces, con una gran cultura, con gente maravillosa, es un país maravilloso y es como 100 veces del tamaño de Israel. Ahora, imagine que México fuera comprimido a un 1% de su tamaño y donde miles y miles de cohetes cayeran sobre sus ciudades, sobre sus escuelas, sobre sus niños. Nosotros obviamente tenemos que evitar que eso suceda, pero también, en este caso, esta última ronda de cohetes nos obligó, porque hace unos cuantos meses un escuadrón terrorista de Gaza atacó a civiles nuestros en la frontera común con Egipto y ocho israelíes fueron asesinados.

Conseguimos información de que otro escuadrón terrorista más grande tenia planes y nosotros atacamos el sitio donde estaba este escuadrón y si ellos dejan de atacar no creo que haya razón alguna para continuar, pero si ellos continúan, nosotros continuaremos.