GINA ZABLUDOVSKY KUPER PARA ENLACE JUDÍO

El 8 de marzo pasado se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, fecha que nos lleva a evaluar las cifras sobre la participación de las mujeres en los cargos gubernamentales y de representatividad política del México contemporáneo.

Hoy por hoy, unos de los hechos de más relevancia desde el punto de vista simbólico, es que, por primera vez tenemos una mujer encabezando la Procuraduría de la República y una candidata presidencial que ha sido postulada por uno los tres partidos más importantes del país. Si bien es cierto que estos dos ejemplos pertenecen a la Administración Federal y al PAN, la creciente presencia de las mujeres también se ha hecho evidente en las filas del PRD y el PRI. Ambos partidos han estado presididos por mujeres, y en la actualidad, han seleccionado a dos candidatas para dar la lucha electoral por el gobierno del DF

De hecho, según datos de la Federación Nacional de Municipios de México (FENAM) , las mujeres ya han estado al frente de varias capitales de los estados como son los casos de Aguascalientes; Mérida; Toluca; San Luis Potosí; Xalapa; La Paz; Tepic y Pachuca. También han sido presidentas municipales de otras áreas de una gran importancia demográfica y económica como Veracruz, Ciudad del Carmen, Cuautitlán Izcalli, Naucalpan, Guadalupe, General Escobedo, Tepatitlán y Progreso.

Sin embargo, a pesar de los notables avances, la presencia de las mujeres está lejos de llegar a ser paritaria. En la actualidad, de las 18 secretarias de Estado sólo tres están presididas por mujeres (Relaciones Exteriores, Trabajo y Previsión Social y Turismo) y únicamente contamos con una gobernadora en el estado de Yucatán. De hecho, en toda nuestra historia, tan sólo hemos tenido cinco mujeres gobernadoras: Griselda Álvarez en Colima, Beatriz Paredes en Tlaxcala, Amalia García en Michoacán y Dulce María Sauri y Rosario Robles en los gobiernos interinos de Yucatán y la ciudad de México, respectivamente.

A raíz del establecimiento de las llamadas “cuotas de género”, la participación de las mujeres en la cámara de diputados y de senadores ha aumentado significativamente. Sin embargo su presencia es aún reducida, sobre todo si tomamos en cuenta las presidencias de las comisiones donde se hace una gran parte del trabajo legislativo. Además, su participación dentro de éstas tiende a concentrarse en actividades consideradas “femeninas” como lo son la atención a grupos vulnerables, la equidad de género, la niñez y la familia.

Por otro lado, pese a que han estado al frente de varias ciudades importantes a las que hemos hecho referencia previa, su representatividad en el ámbito local es sumamente bajo ya que , según datos del Instituto Nacional de las Mujeres para el 2011, el porcentaje de las que ocupaban un cargo al frente de presidencias municipales apenas alcanzaba el 6.38%

Estas cifras dan cuenta de los avances y retrocesos. Habrá que estar pendiente del desarrollo futuro y de las propuestas de candidatos(as) y partidos para lograr mayor equidad de género en los cargos de representatividad y de administración pública .

Ante la presencia inédita de una mujer panista en la carrera para la presidencia de la república, es muy probable que, aunque sea con el único objetivo de ganar votos, la agenda de género llegue a ocupar un papel más visible, y los candidatos del PRI y el PAN traten de convencer a las votantes del sexo femenino, que, el hecho de que sean hombres no implica que el bienestar y la inclusión de las mujeres no sea prioritario dentro de sus programas y en la conformación de sus equipos de trabajo.

Twitter:@ginazabludovsky.