FLORENCIA QUINTEROS, ALUMNA DEL COLEGIO PETERSON, PARA MAX DANIEL, SOBREVIVIENTE DEL HOLOCAUSTO

Primero que todo, quiero recordarle quién soy. Creo que me reconocerá como la niña que le hizo varias preguntas en el Atid: Mi nombre es Florencia. Así como usted nos contó cuando relató su historia por primera vez le costó seguir un orden cronológico de los hechos estoy teniendo ahora la misma dificultad para organizar mis pensamientos. Si es que pierdo coherencia en algún momento, le pido perdón de antemano. Para resumirle lo que usted creó en mi:

Cambió mi forma de mirar el mundo, de agradecer las cosas.Me parece que he vivido 17 años con una mentalidad incorrecta. Soy mucho más beneficiada de lo que yo siempre creí. Las barbaridades que uno con fuerza de voluntad puede lograr. Lo que sea amor a la vida, y a los seres queridos es sumamente necesario para seguir adelante.

A mí el tema me pone hasta el cuerpo mal, el solo recopilar los testimonios y las imágenes lo que me han enseñado me afecta enormemente, cada historia que nos contaba me llenaron los ojos de lágrimas porque me hace imposible creer que una persona de tan buen corazón y moral como usted haya tenido que pasar por una experiencia tan cruel y denigrante. Lo admiro por mantenerse en una pieza después de lo que vio, después de cómo lo trataron y después del intento de los nazis de hacerlo una persona inferior. Sinceramente creo que yo nunca habría logrado lo que usted logró.

Mis pares siempre me hablan de agradecer lo que tengo, de no echar de menos las cosas que recibo y todas las oportunidades que se me han presentado. Lo prometo desde hoy, por usted, que todos los días que me despierte voy a dar gracias por lo que tengo y la libertad que se me ha entregado. Contaré su historia a cada persona con la que se me presente la oportunidad. Me da muchísima tranquilidad que en el mundo haya gente como usted; usted irradia paz y orgullo y déjeme decirle que me llegó hasta el alma. Le prometo que valió la pena, no se si la demás, pero mi vida cambió. Deseo con todo mi corazón que sus buenos recuerdos invadan por completo los feos recuerdos, estoy segura de que esté usted aquí con nosotros es para dejar una huella en el mundo y sobre todo en el corazón de las personas.

Agradezco su tiempo invertido en nosotros, ojalá tenga una vida plena.