MAY SAMRA PARA ENLACE JUDÍO

Pedro Kominik cantante y actor, además de ser exitoso a nivel profesional, ha logrado redescubrir su judaísmo a través de la música.

Pedro tiene una trayectoria maravillosa y compleja, él mismo comenta:“Yo empecé muy pequeño: empecé a hacer teatro a los 11 años, he cantado toda mi vida… Yo estudié arte dramático en La Escuela Nacional de Arte Teatral, en la cadena de ópera (…) he hecho muchísimos postgrados en producción, como diseñador de vestuario, como director de arte, como productor. He sido en ese sentido muy bendecido, he podido hacer muchísimas cosas en el teatro en Estados Unidos y aquí en México en la Coordinación Nacional de Teatro desde 1991 debutando en el Palacio de Bellas Artes: próximamente estaré en el Festival del Centro Histórico haciendo un papel protagónico. En la televisión, abrimos paso a la sátira política cantada: primero en CNI canal 40 en Séptimo Día con Denise Maerker haciendo la Operítica, ganando el Premio del Periodismo 2001, después la Grillópera con Joaquín López Dóriga, con Adela Micha en El Contraste, con la propia Denise después en Punto de Partida; he trabajado con todos ellos en pantalla, con Carlos Loret de Mola”

Su segundo disco está marcado con una huella, la de la Segunda Guerra Mundial, ya que los sonidos, que nos parecen ya conocidos por aquella historia de migraciones por el mundo, nos transportan a varios aspectos de nuestro judaísmo, el de la libertad, la nostalgia del país de origen y el derecho de tener un lugar en el mundo; todo esta mezcla da como resultado una música para gozar, una música para disfrutar y para recordar.

Especialmente, cuando le preguntamos cómo conecta con su judaísmo, nos cuenta una historia personal muy inspiradora: “Compleja por una circunstancia personal de mi familia: mi papá una vez que llegó a México siendo lo que los norteamericanos llama un self-made man, él se pagó sus propias estudios e hizo una carrera como tanta gente de la Comunidad Judía, tuvo un accidente muy serio, se quedó cuadripléjico (..) Para poder hacer una vida nueva, para poderla llevar adelante, nos fuimos a vivir al norte y nos apartamos de la Comunidad y yo crecí con pocas nociones en ese sentido (…) No me criaron cerca de la Comunidad y entonces, bueno, pasa el tiempo y llego a la Ciudad de México, estudio en el Conservatorio y debuto en Bellas Artes. Asimismo, empiezo una trayectoria importante en la televisión y en el teatro, grabo mi primer disco como solista (…) me di cuenta de que lo que yo tenía que grabar tenía que ver con estos sonidos que yo había oído desde niño”

Estas circunstancias hicieron que la Comunidad se acercara a él y él a su Comunidad, ya que las personas que conocían al padre de Pedro Kominik pensaban que había muerto en aquel terrible accidente. Cuando supieron que no había sido así, fue una calurosa acogida la que recibió Pedro en nuestra Comunidad.

Así es Pedro Kominik,un hombre digno de admiración y cariño y por supuesto, un gran cantante y actor que goza cada uno de los momentos de su arte.