EL PAÍS

La justicia francesa examinará mañana una demanda presentada por tres asociaciones judías y antirracistas francesas contra Google, por su sistema de búsqueda semiautomática que en el caso de algunas personalidades propone la palabra “judío” para completar su nombre. Para los demandantes se trata de una discriminación que retroalimenta el antisemitismo que ya existe en el ambiente. El gigante de Internet se defiende asegurando que la modalidad responde a un cálculo neutro basado en las búsquedas más frecuentes entre los internautas.

Para la Unión de los Estudiantes Judíos de Francia (UEJF), la práctica “amplifica el pensamiento antisemita que presenta a los judíos como poseedores del poder en Francia”. Por ello pide a la justicia, en una demanda conjunta con SOS Racismo y el Movimiento contra el Racismo y para la Amistad ante los Pueblos (MARP), “prohibir a Google colocar o conservar en memoria informatizada, sin el consentimiento expreso de los interesados, datos de carácter personal que, de forma directa o indirecta, hacen aparecer los orígenes raciales o étnicos”.

El sistema atacado es la funcionalidad de Google Suggest, operativa en Francia desde 2008. Cuando el internauta empieza a escribir un nombre en la barra de búsqueda, la página sugiere palabras asociadas para facilitar y agilizar la entrada. Lo que denuncian las asociaciones es que el caso de algunos personajes famosos, artistas y políticos en su mayoría, independientemente de que sean de hecho de confesión hebrea o no, aparezca en ocasiones la palabra “judío” entre las sugerencias.

El presidente de la UEJF, Jonathan Hayoun, recuerda que un estudio del año pasado del instituto Harris Interactive mostraba que más del 30% de los franceses consideraban que “los judíos tienen una mayor influencia en el sector financiero y en los medios de comunicación” que el resto. “Nuestra responsabilidad es luchar contra todo lo que conlleve prejuicios antisemitas”, recalca en el comunicado.

La empresa por su parte insiste en que las sugerencias no son “el resultado de una opción editorial de Google”, sino que “son generados de forma totalmente algorítmica, sobre la base de criterios puramente objetivos que corresponden a las búsquedas anteriores de los internautas”, según explicó un portavoz de la compañía estadounidense a la agencia France Presse. Google ya fue condenada en 2009 por el tribunal de Nanterre a anular la palabra “timo” asociada a una empresa.