ELPORVENIR.COM.MX

04 de Mayo de 2012- Una novela sobre una tía abuela judía durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45) y un guión en torno a una madre que maltrata a sus hijos, son los dos proyectos en los que trabaja actualmente la escritora y guionista Silvia Pastenak.

Entrevistada por Notimex, la autora de la adaptación del guión para la película “De la infancia”, dirigida por Carlos Carrera, explicó que la novela en la que trabaja, hasta ahora tiene como título “Salir de Transilvania”, y habla del personaje judío en su tránsito antes y durante la conflagración mundial.

Sin embargo, acotó que esta tía abuela no es un personaje sufrido, sino que hace cosas “muy reprochables al paso de esos acontecimientos históricos”.

Sobre el segundo proyecto, el guión para una película, refirió que aborda la historia de una progenitora que es mala con sus hijos; “es una comedia negra en la que se plasma a una madre que destruye la vida de sus tres hijos”, detalló.

Al respecto, destacó la importancia que tiene el trabajo del guionista en un proyecto cinematográfico, al asegurar que su trabajo es fundamental porque es un elemento importante para llevar a buenos términos una idea en imágenes.

Pasternak recordó que “he trabajado al lado de Carlos Bolado y Juan Carlos Rulfo, quienes son puramente cineastas y que tienen sus propias ideas y posturas, entonces en lo particular elegí ser guionista porque no me interesa resaltar”.

También se dijo orgullosa de la película “De la infancia”, porque al momento en que ve algunas escena puede decir “esas las escribí”, toda vez que en el guión también trabajaron Fernando León y el propio Carlos Carrera.

“Cada uno de nosotros entró en el proyecto por razones distintas, era una obra que habla de la infancia y de la violencia.

Por ejemplo, Fernando León tuvo una infancia problemática y Carlos Carrera le encantaban estos temas, entonces fue un gran equipo de trabajo”, puntualizó.

Recordó que aunque hubo algunos desacuerdos durante el proceso de elaboración del guion, añadió que cuando llegó a suceder ese tipo de situaciones lo discutían los tres involucrados.

“Cuando a uno de nosotros se nos ocurría una idea y el otro tardaba en digerirla, se la planteaba al otro, hasta llegar a un acuerdo”, concluyó.