Artículo de diciembre de 2010

A principios del Siglo XX ya había en México algunas familias judías, procedentes de la zona de los Balcanes, Europa Oriental y de algunos países de Medio Oriente como Siria y Líbano, atraídos por la política Porfirio Díaz de puertas abiertas a la inmigración extranjera . Las razones de estas migraciones eran muchas y muy variadas. Algunos escapaban de persecuciones, otros del servicio militar que obligaba a jóvenes de dieciséis años a  permanecer fuera de sus hogares por cinco años o más y otros más salían de sus países en busca de mejores oportunidades económicas. Algunas familias llegaban a México con la esperanza de conseguir visas para Estados Unidos y finalmente se quedaban.

En el mes de junio de 1912, los judíos residentes en México decidieron reunirse en una agrupación para ayudarse mutuamente y mejorar su  condición de vida. De esta manera nació la Sociedad de Beneficencia Alianza Monte Sinai, que abrigaría a todas las familias judías que residían en la República Mexicana. Los problemas que había que afrontar eran muchos y muy variados. Había que ayudar a los nuevos inmigrantes que iban llegando. Se les proporcionaba, según el caso, un cuarto en donde vivir, oportunidades para trabajar, apoyo legal para regularizar su estancia en el país, etcétera.

La Alianza Monte Sinai, en sus inicios, se componía de escasas cincuenta familias, y fue la primera agrupación israelita existente en la República Mexicana. Juntos hicieron posible, en 1914, la compra de un terreno en la Calzada México Tacuba, para un panteón, que era una de las necesidades más apremiantes de la Comunidad. Con el fin de cubrir el costo de ese terreno, se decidió cobrar una cuota de veinticinco centavos mensuales por familia.

La segunda compra que se hizo fue en 1918, una casa en las calles de Justo Sierra 83. Más tarde se reconstruyó la casa en un hermoso templo que a la vez fungía como sede de la Sociedad. El templo aún existe y continúa funcionando. El hecho de tener un templo y un lugar de reunión ayudó a mantener a las familias unidas entre sí. Además, cada vez eran más los judíos que llegaban al país, haciendo crecer la Sociedad de una manera considerable.

En 1918 la Sociedad de Beneficencia Alianza Monte Sinai recibió personalidad jurídica de parte del gobierno de Venustiano Carranza.