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Al menos 46 personas murieron el pasado martes en diversos actos de violencia en Siria, la mayoría en la ciudad de Jan Sheijoun, en la norteña provincia de Idlib, donde habría sido atacado un vehículo de la ONU, según activistas de la oposición.

Activistas de Jan Sheijoun acusaron a las fuerzas del gobierno de disparar contra una protesta mientras un equipo de observadores de la ONU se encontraba en el área, señaló el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con base en Londres.

El observatorio citó a activistas señalando que un vehículo de los observadores recibió el impacto de una granada propulsada con un cohete por las fuerzas de seguridad, algo que no confirmó ni desmintió el portavoz de la ONU en Siria. Los activistas publicaron supuestas imágenes del automóvil dañado.

Los observadores de la ONU, que deben monitorear el cumplimiento del alto el fuego vigente desde el 12 de abril, se desplazaron a esa localidad para asistir al funeral de un opositor del régimen, cuando se acercaron al control y desde ese lugar se abrió fuego en su contra, señalaron los opositores.
Ocho muertos en un bombardeo

Además, según el Comité de Coordinación Local, al menos ocho personas murieron también este martes en un bombardeo de las fuerzas de seguridad contra la ciudad costera de Banias. “Los tanques bombardearon con artillería pesada áreas en Banias desde las primeras horas de la mañana y causaron la muerte de ocho personas y heridas a otras diez, entre ellas niños”.

Pero la televisión siria afirmó que se trató de la explosión de bomba cuando terroristas preparaban una carga explosiva.

En Deir as Sour murieron siete personas, entre ellas desertores, según el grupo, mientras continuaron los bombardeos a Al Rastán, en la central provincia de Homs, hiriendo a al menos nueve personas.

Mientras tanto, rebeldes de la provincia sur de Daraa aseguraron que el opositor Ejército Libre de Siria repelió un asalto contra la localidad de Daal y obligó al Ejército a retirarse del área.

Más de 12.000 personas, la mayoría civiles, han muerto desde el inicio de los enfrentamientos en Siria en marzo de 2011, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos. De ellas, 900 murieron desde que entró en vigor supuestamente una tregua el 12 de abril.

Participación en las elecciones

Pese a la violencia y el terror, más de la mitad de los sirios llamados a las urnas en los comicios parlamentarios del 7 de mayo salieron a votar: la Comisión Electoral siria cifró este martes la participación en torno al 51%.

Sin embargo, la oposición, que boicoteó los comicios, duda de que la cifra sea fiable y habla de una participación máxima del 20%.

Políticos en Damasco dijeron que el partido Baaz del presidente Bashar al Assad y sus aliados pudieron asegurarse 200 del total de 250 mandatos del Parlamento.

Escenificación ridícula y fraude

Al Assad había presentado los primeros comicios tras la autorización de nuevos partidos como columna de sus reformas democráticas. Críticos con el régimen hablaron sin embargo de una escenificación ridícula y de fraude.
Mientras tanto, un miembro del opositor Consejo Nacional Sirio, fundado el año pasado e integrado por grupos de la oposición, dijo que la cúpula confirmó a Burhan Ghaliun como presidente del organismo.
En el vecino Líbano seguía entretanto la tensión en la ciudad de Trípoli después de dos días de enfrentamientos entre partidarios y detractores del régimen sirio. En la espiral de violencia murieron seis personas.