AGENCIA JUDÍA DE NOTICIAS

Cientos de mujeres israelíes que desean preservar sus posibilidades de quedar embarazadas han optado por congelar sus óvulos durante el último año, y la demanda para el procedimiento de fertilización está creciendo rápidamente.

El Ministerio de Salud de Israel aprobó una política en septiembre de 2010, que permite a las mujeres congelar sus óvulos por otras razones que no sean médicas. Anteriormente, el proceso sólo se permitía en casos de enfermedad, por ejemplo el cáncer, ya que requerían un tratamiento agresivo.

Sin embargo, debido al hecho de que la fertilidad de la mujer comienza a declinar, cada vez más mujeres desean preservar sus posibilidades de embarazo a una mayor edad.

Según las nuevas directrices del Ministerio de Salud, la congelación de óvulos es posible con todas las mujeres de 30 a 41 años, y la utilización de los huevos está permitida hasta los 54 años. A cada mujer se le permite tener cuatro sesiones de extracción, cada una de hasta 20 óvulos. El procedimiento se realiza en clínicas privadas y cuesta miles de shekels.

Según el doctor Arik Kahana, jefe de la Unidad de Fertilidad del Centro Médico Assuta en Rishon Lezion, las mujeres no pueden ver el procedimiento como garantía de un futuro embarazo y explicó que aunque las mujeres se sienten jóvenes, sus ovarios no lo son. “Después de cierta edad, las probabilidades de embarazo con éxito son escasas. No queremos dar a las mujeres una falsa sensación de seguridad”, dijo.