BENJAMÍN LAUREANO LUNA PARA ENLACE JUDÍO

Genetistas del Centro Médico Sheba de Tel Hashomer, cerca de Tel Aviv, encabezados por Eitan Friedman, analizaron el ADN de 115 familias indígenas de origen mexicano, residentes en el Estado de Colorado, Estados Unidos, las cuales migraron y, les encontraron el gen BRCA1, conocido como “mutación ashquenazi”, que se encuentra entre judíos del Centro y Este de Europa, llegando a la conclusión de que tuvieron ancestros judíos que migraron de Europa a América, cuando España expulsó a los judíos en 1492, en la época de Cristóbal Colón.

Adelantos de esta investigación fueron publicados en la prensa de Israel y próximamente se darán a conocer en el “European Journal of Human Genetics”.

Esta prueba es irrefutable de que algunos de los judíos sefaradíes expulsados de España llegaron a América, se casaron con indígenas mexicanas y migraron posteriormente al Estado de Colorado.

El gen BRCA1 se encuentra en judíos del Centro y Este de Europa, de Irak y de la Ciudad de Cochin, en la India.

El oncólogo, Jeffrey Weitzel, del Hospital de la Ciudad de la Esperanza, en Duarte, California, publicó en 2005, un artículo sobre el nexo genético de familias hispanas de origen mexicano residentes en Estados Unidos con los judíos que llegaron a México procedentes de España en el Siglo XVI.

Hay documentos sobre la migración clandestina judía sefaradí a América, que señalan a familias de apellido Treviño, Garza, de León, Fresco, Carvajal, Carbajal, Cuevas, Luna, Espinoza, Ramírez, Pérez, de la Peña, del Río, González, Hernández, Escobedo.

Para facilitar la persecución a los judíos españoles, la inquisición formuló el Libro Verde de Aragón, en el que inscribió cientos de apellidos españoles de judíos.

El Papa Sixto IV emitió la bula del 01 de noviembre de 1478, disponiendo el establecimiento de la inquisición en Castilla y el Tribunal fue creado el 2 de enero de 1481. Las leyes antijudías de los godos y visigodos, así como las Leyes de Partida, guiaron a los inquisidores para organizar la persecución a los judíos. Isabel de Castilla, reina de España y su esposo, el judío Fernando de Aragón, así como el judío Torquemada, primer inquisidor español, fueron los iniciadores del “Holocausto Sefaradí”.

Isaac Abravanel trató de impedir el decreto de expulsión de los judíos de España, pero no lo logró, el cual fue emitido el 31 de marzo de 1492. Entonces los judíos financiaron al navegante Cristóbal Colón para que encontrara tierras en donde hubiese libertad. El judío que hablaba hebreo y arameo, Luis de Tórres, entre otros, acompañó a Colón y fue el Jefe de la primera colonia española creada por Colón en la Isla Española (hoy República Dominicana). El rey posteriormente envió 200 familias a poblar, pero dispuso que “no pudiesen morar ni vivir persona alguna de las que de Castilla se desterrasen”.

Pero en realidad clandestinamente llegaron diversos barcos conduciendo familias judías que huían de España. Incluso en Brasil crearon un gobierno judío, que duró muy poco, porque fue destruido. Estos migrantes crearon lo que hoy es Nueva York. El obispo de Puerto Rico, el 26 de noviembre de 1506, protestó porque los barcos portugueses traían “sobre todo, judíos”.

Ante la abundante migración judía a América, el Emperador Carlos V, dispuso por Cédula Real del 15 de septiembre de 1522, que se prohibiese pasar a las Indias a judíos recién convertidos (nuevos cristianos). El 16 de septiembre de 1802, el rey de España, ordenó “que no se permitiese saltar a tierra a los judíos, ni internarse en ninguno de los dominios de España”.

En la calle de Ratas # 4, en la Ciudad de México, diversas personas se reunían en una logia masónica, para conspirar contra el colonialismo español y su brutal inquisición, que asesinó a miles de personas entre las que se encontraron muchos judíos (el Holocausto en México no ha sido estudiado).

Entre los conspiradores se encontraban Miguel Hidalgo y Costilla y el Capitán Ignacio Allende, así como el judío José María Espinosa. El delator Cabo Franco informó a la inquisición y muchos conspiradores fueron capturados, entre ellos Espinosa y Feliciano Vargas. Los acontecimientos se precipitaron. Judíos procedentes de Michoacán formaron un batallón, portando un estandarte de color rojo, con un cráneo y dos tibias, así como la Estrella de David en cada ángulo (la bandera está en el Castillo de Chapultepec) y se lanzaron a la lucha por la Independencia bajo el mando de Miguel Hidalgo, pero fue hasta 1857, que los judíos lograron tener libertad de cultos.

Las Leyes de Reforma y la Constitución de 1857 favorecieron a Baruch Laureano Moyar, para reunir a los sobrevivientes de la inquisición y creó el Kahal Kadosh Bene Elohim. En 1924 el rabino Baltasar Laureano Ramírez, en el interior de una logia masónica del Rito Nacional Mexicano, solicitó al Presidente Plutarco Elías Calles, autorización para que judíos de Europa, Asia y África pudiesen establecerse en México y fue autorizado. Benjamín Laureano Luna solicitó al Presidente de España, Felipe González, que anulara el decreto de expulsión de los judíos y lo anuló, pidiendo además que España iniciara relaciones con el Estado de Israel y así se hizo.

Los estudios genéticos comprobarán el origen judío de Sor Juana Inés de la Cruz, el General Mariano Escobedo -cuya nieta Ana Escobedo está sepultada en el Panteón sefaradí- y de Francisco I. Madero.