AJN

El primer ministro de la provincia australiana de Victoria, Ted Baillieu, repudió una manifestación antiisraelí realizada afuera de un hotel de Melbourne donde se realizaba un acto comunitario de apoyo al Estado judío, en el 45º aniversario de la Guerra de los Seis Días.

La sigla BDS de la campaña Boicot, Desinversión y Sanciones debería ser reinterpretada como Bigoted, Dangerous and Shameful”, que en castellano significa “Intolerante, Peligroso y Vergonzoso”, agregó.

“Lo maravilloso de este país es que usted puede tener su opinión”, pero “lo mejor es que puedo pararme aquí y decir: ‘están equivocados’”, completó Baillieu.

Al evento asistieron políticos, diplomáticos, burócratas y líderes comunitarios judíos.

En su discurso, el embajador israelí en Australia, Yuval Rotem, les ofreció una rama de olivo a los palestinos: “Queremos vivir con ustedes y no morir con ustedes; queremos respetarlos como buenos vecinos y no tenerles miedo como a un enemigo temible”.

Sin embargo, el centenar de personas que estaba en la calle vociferaba y mostraba carteles con las consignas

“Israel, un Estado de apartheid” o “Liberen Palestina” (en la foto, una manifestación similar en Sydney, el mes pasado), y en un momento quemó un muñeco que representaba a Baillieu.

Si el año que viene “debemos atravesar esas escenas otra vez, entonces todos lo haremos con orgullo”, se comprometió el laborista Daniel Andrews.