ENRIQUE RIVERA PARA ENLACE JUDÍO

Todo mundo en el Auditorio de la Monte Sinaí estaba entre contento y eufórico. Los niños eran los más alegres, pero quienes flotaban eran los adultos, especialmente los padres, sólo superados por los zeides y bobes que verían por primera o segunda vez a sus pequeños en el escenario, en el marco de la Orquesta Sinfónica Esperanza Azteca Kol Shalom.

Tal vez el nombre sea un poco largo, sin embargo se queda corto a la hora de escuchar de voz de la Coordinadora General, González Giovanetti, o de su Director Luis M. Sánchez, de cómo los niños se esfuerzan y logran sus metas.

Así mismo, cuando el Lic. Esteban Moctezuma, de la Fundación Azteca, hizo uso de la palabra y se refirió a la falta de armonía en el tejido social, la asociación surgió de inmediato. Y es que, como bien lo señalaron los oradores de este segundo Concierto de Fogueo de la Orquesta Esperanza Azteca Kol Shalom, el ejercicio de la música permite ejercer valores profundos, como el mirar al prójimo, ayudar, etc.

La primera pieza con la que arrancó la mencionada orquesta fue una melodía sino israelí, sí judía: Shalom Javerim, muy sencilla, pero que con alrededor de 130 instrumentos suena impresionante.

Luego vinieron otras piezas mediante las cuales los asistentes pudieron constatar el avance que los niños han experimentado en tan sólo seis meses. Y es que, como señaló Luis M. Sánchez en entrevista exclusiva con enlacejudio.wpengine.com, “Deben de conocer su instrumento musical y sus posibilidades mediante el estudio por años y años”.

Sea como fuere, la satisfacción, el gusto y el placer que nos produjo a todos los asistentes a este Concierto aún nos provoca una sonrisa y una esperanza de que con las alrededor de 50 Orquestas de este tipo que La Fundación Azteca promueve, se esté sembrando la semilla de una mayor armonía en el país, en todos los estratos sociales y a todas las escalas.