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Más allá de la interesante posición geoestratégica de Israel en Oriente Medio, EEUU tiene varios motivos por las cuales mantiene una estrecha relación diplomática.

1. Pronta simpatía por la causa sionista

Los primeros judíos que pisaron lo que se convertiría más tarde en Estados Unidos eran una veintena de sefardíes que llegaron desde Brasil en 1654. Ese año llegaron a Nueva Ámsterdam (hoy Nueva York), según los archivos históricos.
La libertad de religión en el próspero país del nuevo mundo ya en el siglo XVIII propició la integración del pueblo judío allí, como refleja una carta de WWashington una sinagoga de Rhode Island en 1790: “poseen igual libertad de conciencia e inmunidad de ciudadanía”, recuerda un artículo del Jerusalem Post.

Sin embargo, el mismo texto ofrece una visión crítica de los padres fundadores de EEUU, por haber actuado supuestamente con la esperanza de la reconversión al cristianismo de los judíos. “Jefferson acusó a los judíos de tener un concepto de Dios degradante e injurioso (…). Necesitan reforma” en una carta redactada en 1803, según el autor del texto, el judío estadounidense Eli Kavon.

Aún así, no hay que perder de vista que muchos de los ingleses que llegaron a la tierra prometida huían de la represión religiosa que sufrían los llamados “puritanos” en su país. Así se convirtieron en los “nuevos israelíes”, como los define el mediático rabino Ken Spiro en su libro “Valores bíblicos de EEUU, Curso intensivo de Historia Judía” (America’s Biblical Values).

2. Pocos, pero poderosos

En EEUU viven 6,5 millones de judíos con nacionalidad norteamericana, según el último censo que recopiló datos en 2010. La cifra parece menor comparada con una población total de más de 311 millones.

Pero el presidente de Republicans Abroad en España (la delegación del Partido Republicano), James Levy, asegura a lainformacion.com que es una cifra nada desdeñable: “Israel es el país extranjero con más empresas cotizadas en la bolsa de Estados Unidos”, ejemplifica.

El concejal en la oposición en Jerusalén, Meir Margalit, del partido progresista Meretz, añade otra posible explicación: asegura que las comunidades evangelistas en EEUU, con un peso mucho mayor, son sionistas por su “odio visceral al Islam” y su supuesta intención misionera para reconvertir a los judíos. Así, el peso financiero y numérico de los judíos se hace decisivo, según este político judío y pro palestino residente en Jerusalén.

3. Ricos grupos de presión en Washington DC

“Los lobbies pro-Israel tienen mucha influencia en la política EEUU”, confirma Alana Moceri, ex delegada del Partido Demócrata en España y directora del Curso de Experto en Comunicación y Lobbying en la Universidad Europea de Madrid.
Su máximo representante es AIPAC (American Israeli Public Affairs Committee). El total de los “gastos en lobbying” de grupos pro israelíes en 2008 fue de 3,23 millones de dólares y de esa cantidad, 2,5 millones de dólares procedieron del AIPAC, destaca Moceri.

Por lo que responde a la campaña electoral que aquel año finalmente enfrentó a Barack Obama y John McCain, los grupos pro israelíes donaron 11 millones a los candidatos. El 63% fue a parar a los demócratas. “Ese dinero importa porque en EEUU, hacen falta cantidades de dinero cada vez más grandes para ganar las elecciones”, recalca la profesora. “La conferencia anual de AIPAC es una visita imprescindible para candidatos presidenciales, tantos los Demócratas como los Republicanos”.

Por ejemplo, este año en las primarias republicanas el promotor multimillonario de Eurovegas, el judío Sheldon Adelson, apoyó la campaña de Newt Gingrich, aunque finalmente no fue suficiente para ganar al candidato oficioso, Mitt Romney. (Si quieres saber más sobre los grupos de apoyo o Super PAC en esta campaña, pincha aquí).
Precisamente Gingrich tuvo la mala pata de quedarse traspuesto ante las cámaras justo cuando iba a intervenir en la conferencia anual del AIPAC hace unos meses, tal y como contólainformacion.com.

4. Las piedras preciosas del comercio bilateral

Israel no es el país que más dinero aporta a Estados Unidos, pero sí fue el primer país con el que EEUU cerró un acuerdo bilateral de libre comercio. Fue en 1985 (para Israel era el segundo de este tipo, pues ya había firmado uno similar con la Comunidad Económica Europea en 1975).

Israel supone en la actualidad únicamente el vigésimo segundo socio de EEUU en bienes comerciales, con quien intercambia unos 32.200 millones de dólares al año (aparte de otros 7.500 en servicios), según los últimos datos oficiales de 2009-10.

El producto que más exportan e importan en ambas direcciones son los diamantes (12.300 millones de dólares en 2010). Le siguen maquinaria e instrumentos médicos y ópticos.

5. Ayuda de 3.000 millones anuales para su mejor aliado en Oriente Medio

“Es el único país democrático de la zona y aliado fiel de EEUU”, señala el republicano Levy. Para él ambos países son líderes frente a lo que llama “la amenaza del islamofascismo”. De lo que no hay duda es del temor compartido de que las ramas radicales del Islam se hagan con el poder en la zona.

En el vecino Egipto, los Hermanos Musulmanes -que claman ser más moderados que antaño- podrían llegar a la presidencia tras una dictadura de 30 años de Hosni Mubarak apoyada y financiada parcialmente por EEUU.

Precisamente Israel y Egipto firmaron un acuerdo de paz con el presidente estadounidense Jimmy como mediador en 1979. Se acordó que Israel recibiría 3.000 millones de dólares anuales de EEUU en ayudas para todo tipo de objetivos, incluidos los militares. A cambio, Israel retiraría sus asentamientos del Sinaí. Hasta hoy, la cifra de esta ayuda no se ha visto alterada en el tiempo.

6. Tecnología militar punta

“Gran parte de la tecnología de los drones (aviones no tripulados) es de Israel”, apunta Levy. El representante del Partido Republicano en España explica que Estados Unidos proporciona el armamento a Israel, pero después el país mejora los productos.

Precisamente estos aviones no tripulados, cuyo nombre en inglés significa “zánganos”, son claves en la actual lucha de Estados Unidos contra Al Qaeda, especialmente en Pakistán.

EEUU exporta aeronaves por valor de 818 millones de dólares anuales aproximadamente, aunque no existen cifras relevantes de una exportación de Israel a su aliado norteamericano, según datos oficiales.

El punto de inflexión: la cuestión palestina

La presidencia de Barack Obama parecía haber marcado un antes y después en el apoyo incondicional que tradicionalmente ha dado EEUU a la ocupación de los territorios palestinos (declarados ilegales por la ONU). Pero ha demostrado ser una buena prueba del interés de EEUU en conservar las buenas relaciones con Israel.

Ha apostado abiertamente por la creación de dos Estados en el conflicto con Palestina. Sin embargo, al mismo tiempo ha tratado de mantener intactos los lazos con Israel.

El republicano estadounidense James Levy opina que “hasta Obama entiende que tienen un enemigo común en Irán”, pues Obama dijo que apoyaría a Netanyahu en lo que fuera necesario después de que el premier israelí amenazara con una guerra preventiva inminente.