Artículo de noviembre de 2011

MAY SAMRA ENVIADA ESPECIAL DE ENLACE JUDÍO A LA CIUDAD DE LAS IDEAS

Clausura la Ciudad de las Ideas con pequeños globos aerostáticos lanzados al cielo, como una metáfora: las ideas se lanzan al espacio abierto, sin saber adonde pueden llegar. Algunas se “quemarán” literalmente al ras del suelo, otras iluminarán el horizonte, otras más trascenderán e inspirarán a la humanidad.

Enlace Judío entrevistó a algunas de las grandes personalidades que engalanaron el escenario de “Reset 11/11/11”, que un juego de cubos, manejados por tramoyistas, volvía una verdadera obra de arte.

El final de un Congreso es siempre abrupto, porque se interrumpe una relación con este auditorio, con los miles de asistentes, con ponentes e ideas… El alma, en este Puebla soleado, se torna ávida de mensajes, de significados, de creatividad. Por otra parte, se extraña la “convivencia de pasillo”, en este caso en el hall del Auditorio del Complejo Universitario, donde tanto se puede encontrar un rabino maravilloso, como un maestro online, o como al Gobernador del Estado de Puebla.

Una cosa es clara: después de este “Reset” que todos los ponentes pidieron hacer en este 11/11/11 (que también coincidió con la fecha de mi cumpleaños), el futuro consiste en abrirnos los brazos unos a los otros, en un mundo de cooperación y amistad. El contacto humano será la tendencia del futuro, valiéndose- o no- de la tecnología moderna: un hombre, Salman Khan, comparte sus conocimientos con millones por Internet; otro inventa unas “piernas biónicas” para levantar a los paraplégicos; otra más descubre, en contacto con primates, secretos para la convivencia humana.

Otro hecho maravilloso: la gran participación de personas de nuestra Comunidad al evento. Una Comunidad que aprecia los eventos culturales y las nuevas ideas. Dos judíos mexicanos lideraron el evento: Andrés Roemer, su Curador, y Marcos Achar, Director General de Comex, uno de sus patrocinadores.

Entre los presentes, Rafael Zaga, presidente del Comité Central de la Comunidad Judía de México (quien expresó su orgullo por la cantidad de jóvenes en la Ciudad de las Ideas y deseó que hubiera más eventos como estos), y Marcos Metta, Vicepresidente de Alianza Monte Sinaí, asiduo participante a eventos culturales.

No era difícil encontrar, en los pasillos, amigos y conocidos- como amigos de nuestra Comunidad- comentando los contenidos de las conferencias, tomando notas, comprando libros, comiendo o tomando un rato de descanso. Y es que conocemos el valor que el Pueblo Judío otorga a la educación: algunos filántropos de la Comunidad ofrecieron becas a jóvenes para que pudieran nutrirse de lo que la Ciudad ofrece, un compendio de la sabiduría y de talento de la Humanidad, y la necesidad de pensar de manera diferente, o sea “out of the box”.

Otra consideración es el porcentaje de ponentes de origen judío, incluyendo un rabino que, visiblemente, no se había rasurado el sábado y que se apuró a salir para decir el “kidush” antes de la comida. ¿A qué se debe esta prominencia de ideas geniales en nuestro Pueblo? Probablemente, como lo dijo Esther Woczicki, educadora vanguardista: “Porque la misión del Pueblo Judío es el Tikún Olam, la sanación del mundo”.