LEÓN OPALIN PARA ENLACE JUDÍO

La osadía de los extremistas islámicos por imponer en el mundo la Sharia, un severo y anacrónico código moral de esa religión; está exacerbando los ánimos, no sólo de los islamofóbicos, sino, en general, de la ciudadanía en un gran número de países, particularmente en las de la Unión Europea, en donde viven más de 50 millones de árabes musulmanes; si bien es cierto, que la mayoría no son radicales, preocupa que cada vez más los jóvenes se vuelvan fundamentalistas, concepto que se vincula con movimientos terroristas.

Cabe destacar que los europeos se sienten amenazados por los musulmanes fundamentalistas que quieren reemplazar las leyes de los países por la Sharia; de hecho en amplios sectores de varias ciudades europeas: Bruselas, Ámsterdam y Londres, entre otras, la Sharia ya es obligatoria. En Europa existe incertidumbre por el cambio demográfico que se registra en el Continente ante el rápido incremento de la tasa de nacimientos entre los musulmanes. De cara a que estos últimos pretenden imponer la Sharia en Europa, se observa el abandono de ciudadanos de varias ciudades, y la gestación de movimientos civiles que exigen a sus gobiernos la expulsión de los musulmanes del Continente. De hecho, en casi todas las naciones de la Unión Europea se han aprobado leyes para detener la inmigración ilegal del exterior, y a la vez, para expulsar a los ilegales que ya se encuentran en la Unión Europea, entre los que predominan los musulmanes. En este entorno, se teme que la confrontación social existente cobre fuerza en el futuro próximo con consecuencias imprevisibles.

Asimismo, en el mundo en el que se manifestó la Primavera Árabe 18 meses atrás, se ha radicalizado. No está claro si las revueltas sociales que se iniciaron en Túnez, son manifestaciones auténticas de las aspiraciones democratizadoras de los pueblos subyugados por viejas dictaduras o fueron promovidas por musulmanes fundamentalistas en busca de crear nuevos Estados Teocráticos regulados por la Sharia. Así, en Túnez los islamistas moderados tienden a ser más extremistas; fenómeno similar se observa en Turquía, Jordania, Irak, Yemen, Bahréin, Libia, Marruecos y especialmente en Egipto donde cobra fuerza la Hermandad Musulmana y los Salafistas, que ahora dominan el escenario político y pretenden imponer la Sharia; hay temor de que en Egipto se establezca en un futuro próximo un régimen teocrático al estilo de Irán o Arabia Saudita. En este sentido, la Franja de Gaza, donde viven alrededor de un millón y medio de palestinos, con fronteras con Egipto e Israel, y bajo el control de los terroristas de Hamas, podría ser la punta de lanza para que la Hermandad Musulmana e Irán desaten un conflicto bélico de envergadura con Israel, expertos militares de Irán actúan en la Franja de Gaza y en la Península de Sinai entrenando a terroristas locales; (de Hamas; la Yihad Islámica Palestina; los Comités de Resistencia Palestina y grupos de beduinos endoctrinados en la filosofía de la Yihad) en el desarrollo de un sistema de lanzamiento de cohetes desde Gaza a objetivos de Israel. En el 2011 lanzaron 680 cohetes a este último país; por lo demás Hamas ha acumulado un gran arsenal de armas que ingresaron a Gaza de contrabando, parte importante provenientes de Libia.

Israel ha evitado la muerte de un gran número de civiles por la elevada efectividad de un nuevo sistema antimisiles, Irom Dome; un arma que es capaz de destruir cohetes de corto alcance en pocos segundos; en el presente tiene instalado tres de estos sistemas en ciudades del Sur de esa nación: Beersheba, Ashdot y Ashkelon, empero, necesita de 13 sistemas para proteger a todo el país.

En este contexto, no se descarta que a través de la influencia de la Hermandad Islámica, Egipto decidiera desconocer el Acuerdo de Paz que firmó con Israel en 1979 y suspender las boyantes relaciones económicas que ha alcanzado con este último. Un elemento para que este escenario no se concrete, es que EUA suspendiera la ayuda militar que otorga a Egipto por 1,300 millones de dólares anuales.

Finalmente, no obstante que existe consenso de las naciones para condenar la masacre que el régimen de Bashar el Assad ha desatado en Siria contra su pueblo, existen evidencias de que detrás del movimiento rebelde contra Assad, está el apoyo de Arabia Saudita y sus aliados del Golfo Pérsico, así como de El Kaida, que en su ascenso al poder significaría el triunfo del extremismo fundamentalista que pondría en riesgo a la mayoría sunita de Siria, al igual que a los aluistas, cristianos y kurdos.