PESAJ BENSON/ HONEST REPORTING.COM

Una protesta en Ramallah se puso fea ayer, cuando la policía palestina comenzó a romper cráneos, incluyendo los de periodistas. La agencia de noticias Maan informa de que varios reporteros fueron golpeados, sus cámaras confiscadas o destruidas, y que dos periodistas fueron llevados en custodia.

Electronic Intifada tampoco se salvó. El Ministerio del Interior de la Autoridad Palestina ordenó una investigación a este medio, mientras que la indignación corría por Twitter.

Uno de los periodistas golpeados era Saed Hawari, un camarógrafo de Reuters. Y aunque el Washington Post recogió la historia, me parece extraño que no Reuters no mencionara el ataque a su propio fotógrafo. A menos que me haya perdido algo, el silencio de la agencia de noticias es un tremendo agravio- tanto para los lectores, como para Reuters.

Los lectores tienen derecho a saber el contexto en el que los periodistas trabajan. Es parte de la transparencia que ayuda a a los lectores a juzgar lo que está pasando en el mundo. Apunto a un caso extremo: los periodistas holandeses renunciaron a cubrir la flotilla de Gaza debido a las restricciones.

Y el personal de la agencia de noticias palestina necesita saber que Reuters tiene sus espaldas cubierta.

Cuando se habla de las medidas de seguridad israelíes, los grandes medios de comunicación no guardan silencio.

Israel es el único lugar en el Medio Oriente, donde los periodistas pueden criticar al gobierno y renovar sus credenciales de prensa, como si nada pasara.

¿Será que Reuters ha sido intimidado por la Autoridad Palestina?