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Presionado por los partidos ultra-religiosos por un lado y por una manifestación de decenas de miles de laicos por el otro, el jefe de Gobierno israelí se comprometió ayer a ampliar el servicio militar obligatorio a los judíos ultraortodoxos y a los árabes israelíes, hasta ahora exentos .

“Luego de 64 años en los que el problema no fue correctamente tratado, estamos al comienzo de un proceso histórico, un aumento espectacular de la participación de los ultraortodoxos y los árabes en el servicio militar”, declaró Netanyahu al inicio del Consejo de Ministros.

Hace 6 meses, la Suprema Corte israelí había obligado a Netanyahu a poner en juego su alianza con los partidos ultrarreligiosos, al ordenar que fuera anulada una ley que eximía a este sector del servicio militar de tres años al que están obligados el resto de los jóvenes judíos israelíes.

Para evitar el riesgo de quedar en minoría parlamentaria por el retiro de los ultras de su coalición, Netanyahu sumó hace dos meses al partido de centro Kadima. Decidieron crear una comisión a cargo del diputado Iojanan Plesner, que logró elaborar un proyecto de ley que aseguraba que tanto los ultrarreligiosos como la población árabe israelí se incorporaría en el término de 5 años al servicio militar o social obligatorio.

Sin embargo, por la presión de los partidos ultrarreligiosos, que temían a las decisiones a su modo de ver demasiado “extremistas” de la comisión Plesner, Netanyahu ordenó la semana pasada su disolución, lo que produjo una crisis no sólo con Kadima, sino con la propia base electoral del Likud, que en su mayoría es laica y apoya la incorporación de los jóvenes religiosos al grupo de los que se arriesgan en la defensa del país y no solo “defienden a Israel profundizando sus estudios de la Biblia”, como aducen los partidos ultraortodoxos.

Pero el sábado a la noche hubo una manifestación multitudinaria, donde decenas de miles de jóvenes repudiaron las idas y venidas del premier.

Así, las recomendaciones de la Comisión Plesner fueron ratificadas ayer en su casi totalidad por el Likud, y la medida no sólo incluyó a los ultraortodoxos sino a los ciudadanos árabes israelíes (un 20% de la población).

Hasta ahora, los ultraortodoxos se libraban del servicio militar gracias a una norma de 1948. En aquel entonces sólo se daban unos 400 casos por año, pero la tasa de natalidad es más elevada en este grupo poblacional y, según el diario Yediot Ahronot , el año pasado hubo 71.000 exentos.

Hasta ahora, los árabes israelíes sólo eran admitidos en casos excepcionales por temor a que se pasaran al enemigo en caso de enfrentamiento con árabes. En el futuro, cumplirán una especie de servicio social.