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Después de dos semanas de intensas negociaciones, las divergencias dentro de la coalición del primer ministro Benjamín Netanyahu sobre la nueva ley de enlistamiento militar, han hecho que el partido Kadima amenace con bajarse de la coalición.

El líder de Kadima, Shaul Mofaz, se incorporó hace tan sólo dos meses al gobierno de Netanyahu creando así la «supercoalición», la formación con más estabilidad política (o eso parecía), de la historia de Israel.

Ahora, los parlamentarios del Kadima y el Likud se reúnen contrarreloj para dar una salida al callejón político que el borrador para la nueva ley de enlistamiento militar obligatorio, cuyo objetivo principal es encontrar una fórmula para enlistar a todos los ultraortodoxos que cada año evaden la mili.

Miles de jóvenes ultraortodoxos evitaran ser reclutados arguyendo que estudian la Torá
La nueva legislación sustituirá a la anterior ley Tal, que expira en agosto, y que permitía que miles de jóvenes ultraortodoxos evitaran ser reclutados arguyendo que estudian la Torá.
La mayoría de los partidos concurren en que es necesario que la nueva ley recoja la obligatoriedad del servicio militar (que en Israel son tres años para los hombres, y dos para las mujeres) y evitar así que todo el peso recaiga sobre los jóvenes laicos.

El motivo principal de las divergencias entre Netanyahu y Mofaz recae en las sanciones que se impondrán a los que quieran evitar la mili. Netanyahu ha asegurado que no quiere crear un cisma social en el país sancionando económicamente a los ultraortodoxos que no hagan la mili, mientras que Mofaz insiste en que es necesario aplicar la mano dura.

Mofaz ha advertido que si no hay un borrador de la nueva ley para este domingo, Kadima, el socio más fuerte de Netanyahu dentro de la coalición, se bajará de la formación, mientras que los partidos religiosos han amenazado también con desestabilizar el gobierno si aplica sanciones fuertes.

Por el momento, todas las reuniones entre el Kadima y el Likud han sido infructuosas, mientras el tiempo se agota, ya que a principios de agosto la ley Tal expirará y la Knesset (el parlamento israelí), se marchará de vacaciones, dejando un vacío legal.