COMUNIDAD ISRAELITA DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS

“Guil” es un joven argentino de 30 años, casado, que tiene 5 hijos, 4 de ellos varones.
Estudió en la escuela ortodoxa José Caro, hizo teshuvá (retorno a las fuentes judías desde una óptica religiosa) a los 15 años, asistió a la ieshivá Jafetz Jaim del rabino Shmuel Levín, se casó en la sinagoga Ajdut Israel de la calle Moldes e hizo aliá hace 8 años. Todavía no integraba la comunidad Neturei Karta.

Ya en Eretz Israel estudió dos años en un kolel (instituto de estudios religiosos avanzados) en Bnei Brak y luego se mudó a Beit Shemesh, donde actualmente vive y estudia todo el día, en otro kolel que está enfrente de su casa.

Por entonces ya había cambiado su cosmovisión: “Me di cuenta de que una cosa es lo que me enseñaron toda la vida y otra cosa es lo que es; por ejemplo, el tema del sionismo”, sintetizó “Guil” en una entrevista exclusiva con la Agencia Judía de Noticias (AJN).

Este tema estaba presente, desde el punto de vista religioso, “en los Guedolei (Grandes Sabios de) Israel, pero después empezaron a haber desvíos que no ayudaban, por uno u otro motivo, como la plata”, agregó.

“Siempre fui antisionista y pensaba que el tzibur jaredí (público ortodoxo) también lo era, pero vi que no es tan así, que el sionismo religioso se junta completamente con el no religioso por uno u otro interés”, prosiguió para justificar su cambio de vida.

La mayor diferencia de los Neturei Karta con el sionismo tiene que ver con su idea, luego concretada, de crear un Estado judío.

“El Rebe de Satmer escribió un libro explicando que el exilio (del pueblo judío de la Tierra Prometida, provocado tras la destrucción del Segundo Templo de Jerusalem) no es sólo algo que pasó, como el de los gitanos o los armenios, sino un castigo divino por haber hecho aveirot (pecados); los iehudim (judíos) llevamos unos 2.000 años esperando al Mashíaj, y una de las cosas que la Guemará dice es que una persona no puede salir del galut (exilio) por sus propias manos”, lo cual ocurriría con la creación un nuevo Estado judío, según su óptica.

“Tengo libros enteros que dicen que la Gueulá (Redención) depende sólo del Shamaim (Cielo)”, mientras que “el sionismo no sólo es algo hecho por el hombre, sino que Teodoro Herzl se crió en un ambiente totalmente secular, vio el mishpat (juicio) Dreyfus (NdR: se refiere al proceso ilegítimo y teñido de antisemitismo contra el capitán judeofrancés Alfred Dreyfus, acusado de traición, a fines del siglo XIX) y pensó en cómo solucionar ese problema, pero no desde un punto de vista religioso”, continuó “Guil”.

La crítica pasa por el hecho que, a su juicio, “un iehudí (judío) que tiene emuná (fe) no lo vería como una catástrofe y no querría solucionarlo, justamente porque sabe que cuanto más sufre el galut, ése es su tikún (corrección) para poder llegar a la Gueulá, y la está esperando”.

“En estos 2.000 años los iehudim pasaron matzavim (situaciones) muy difíciles, y con todo eso siguieron esperando (al Mashíaj), hasta que llegó el sionismo y dijo: ‘¿Para qué esperar? Vamos a solucionar las cosas’, y ya vemos: las cosas no están solucionadas y acá hay menos paz que en otros países del mundo: es el único país que conozco que tiene un matzav (situación) de guerra hace 60 años”, resumió “Guil”.

Esto ocurriría porque “la Guemará dice que si uno se saltea la Ieshuá (Salvación), el castigo es muy grave, y una de las cosas que dice el Rebe de Satmer es que el Holocausto también vino porque hubo peulot (actividades) sionistas antes y durante”; de hecho, “hoy nadie niega que el mismo Jaim Weizmann podría haber salvado gente y no lo hizo porque sólo sobre la sangre de los seis millones podían tener un país”, afirmó en el pasaje más polémico de la entrevista exclusiva con AJN.

“El sionista se peleó con los goim en todos lados porque la idea es: ‘¿me voy a dejar pisar?’, pero nosotros sabemos que nos dejamos pisar porque Hashem quiere que bajemos la cabeza y lo hagamos, y si el goi me quiere pisar, lo va a hacer igual”; en cambio, “ya vimos lo que genera enfrentarlo”, redondeó “Guil”.

“Nosotros sabemos que todo es ‘min haShamaim’ (del Cielo) y uno recibe si tiene fe; ésa es la teoría de Neturei Karta”, sintetizó.

Respecto de la relación de su gente con el Estado de Israel, “Guil” aclaró que no están “en contra de la manera como se comporta el gobierno, sino de su existencia” misma, aun cuando éste los “tiene en cuenta cuando hay manifestaciones, para poner las cosas en orden”.

De todos modos, su no reconocimiento por parte de los antisionistas “no creo que le importe” al gobierno, aunque “el matzav es cada vez peor y no sé qué va a pasar al final de las cosas”.

“Muchos sostienen que yo no debería estar acá, incluso yo mismo a veces”, pero “el tzibur Neturei Karta estaba antes de se hiciera el Estado y se opuso a él”, recordó “Guil”.

Antes del gran pogrom de 1929 “no estaba tan candente el tema con los árabes y la gente vivía normalmente: la mayoría del ishuv (comunidad judía) estaba en Ierushalaim, pero había gente en Petaj Tikva, Tveria y Tzfat; después que se constituyó el Vaad Haleumí (Consejo Nacional), Agudat Israel y Neturei Karta se separaron, creo que en el año 5699 (1939)”, añadió.

“Guil” subrayó en diálogo con AJN que “los que rechazan la Mediná (Estado) son un montón, y no todos son Neturei Karta; algunos se oponen y no reciben un centavo de ella, y otros no”, y si bien “hoy en día la mayoría tiene Bitúaj Leumí (Seguro Nacional) o Kupat Jolim (obra social), trata de no usarlos y pagan sus partos, por ejemplo”.

Obviamente “no se participa en las elecciones o cualquier otra cosa estatal y los colegios no reciben plata del Estado”; no obstante lo cual, “lo que uno recibe -agua, luz, teléfono-, lo paga”, continuó.

Respecto del “idioma hebreo, aunque es parecido a lashón hakodesh (lengua sagrada), no lo es, y más al saber que el que lo hizo (Eliezer Ben Iehuda) después tomó las ideas sionistas; entonces, nos separamos del idioma lo más que uno puede -hay gente que habla poco y otra, nada- y entre nosotros no se habla” en hebreo.

Otro tema urticante de la entrevista exclusiva con AJN fueron las numerosas imágenes de miembros de Neturei Karta manifestándose contra el sionismo incluso junto a antisemitas que son enemigos declarados del Estado de Israel, ya sean palestinos o el propio presidente de Irán.

“No sé qué piensa (Mahmoud) Ahmadinejad, pero nadie lo apoya ni le va a decir: ‘Vení a matar iehudim’; eso es totalmente ridículo y lo hablé con bastante gente que pregunta porque vio una foto, pero no se interioriza por saber qué dijeron” en esas reuniones, respondió “Guil”, quien deslizó que “también puede ser que las noticias distorsionen lo que se dijo en Irán”.

“Nadie apoya (su negación de) el Holocausto, y si alguien lo hace, es gente que tiene un problema en la cabeza y a nadie representa”, aclaró contundente.

“Guil” justificó esos encuentros “porque un iehudí no se puede pelear con el gobierno del país donde está”; así, “los judíos que están en los Estados Unidos están a favor de los Estados Unidos y los que están en Irán tiene obligación de estar a favor de Irán”.

“Eso es el exilio”, insistió.

Por otra parte, “Guil” se opuso a un eventual ataque preventivo israelí contra Irán porque si bien “quieren ganarle de mano”, eso “es poner en riesgo a todo el ishuv”.

Finalmente, “Guil” afirmó que existe un incesante crecimiento en la población Neturei Karta, ya sea vegetativo o porque “hay gente que se incorpora” y contó que “el rav Epstein, uno de los roshim (líderes) de Neturei Karta, es argentino y vive en Mea Shearim, y escuché que hay más, pero no puedo decir cuántos”.