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23-Julio-2012.-El lenguaje hace daño. A veces queriendo y otras sin querer. El uso frecuente en nuestra sociedad de la palabra ‘judiada’ ha llevado a los judíos españoles a pedirle a la Real Academia Española (RAE) que tome cartas en el asunto.

Varios integrantes de la comunidad judía de Valencia han enviado cartas a la RAE para reclamarle que elimine del diccionario este término –que se utiliza como sinónimo de “mala pasada”– por considerarlo “ofensivo”. En Facebook hay un grupo formado por dos centenares de personas que está realizando la misma petición.

Les respalda la Federación de Comunidades Judías de España, cuyo presidente, Isaac Querub, señala que judiada “es una acepción negativa respecto al pueblo judío y un prejuicio que va en contra de las normas de la buena convivencia” La Federación, que agrupa a la inmensa mayoría de comunidades y organizaciones de esta confesión en España (hay unos 40.000 judíos en nuestro país), ya realizó hace años esta misma reclamación. No tuvo éxito. Querub cree que “lo mejor es que esa acepción desaparezca”, pero se conformaría si, por lo menos, se cambiara su definición, que ahora dice: “Acción mala, que tendenciosamente se consideraba propia de judíos”.

“No es digna de un diccionario del siglo XXI”, recalca Querub. Lo mismo piensa el Observatorio de Antisemitismo en España, un organismo que, en colaboración con el Movimiento contra la Intolerancia, denuncia los gestos de carácter antisemita en nuestro país.

El observatorio pone a ‘judiada’ como ejemplo de las “huellas y residuos del odio que se han transmitido a lo largo de la historia”. Así lo expresa en su último informe, que detecta, entre otras cosas, que los sitios de internet con contenido antisemita han pasado en un año de 400 a más de un millar y que se han duplicado las denuncias.

Como la de Raquel Amselem, profesora de la Universidad Politécnica de Valencia y una de las personas que se ha dirigido a la RAE para que retire judiada del diccionario. Lo hizo por e-mail a principio de año, aprovechando que la Academia, que se encuentra dando los últimos retoques a la 23ª edición del diccionario, pidió a los ciudadanos vía Twitter que propusieran nuevos términos. “Yo no sugerí una palabra nueva, sino que pedí que la eliminaran. No se debería usar tan alegremente porque hay muchos españoles que somos judíos que nos sentimos ofendidos”, dice Raquel Amselem.

La Comisión Delegada del Pleno de la RAE estudió su petición el pasado 7 de junio y le ha respondido en un correo electrónico que “el artículo no va a ser suprimido de la nomenclatura”. Su argumento es que el diccionario “es un mero notario de la lengua y, si una acepción está documentada en suficientes textos escritos, ha de reflejarla en su repertorio”. Cita, a modo de ejemplo, autores que han hecho uso de esta expresión, como Benito Pérez Galdós, Pío Baroja y José Luis Martín Vigil.

Fuentes de la RAE consultadas por este periódico confirman que judiada va a continuar en la nueva edición del diccionario porque éste “no puede ser políticamente correcto ni dedicarse sólo a recoger bondades”. “Con la lengua enamoramos y con la lengua insultamos”, añaden.

Otra cosa es que el significado de judiada pueda ser retocado, “dentro del proceso de perfeccionamiento habitual del diccionario”, como ocurre con otras muchas acepciones, algo a lo que no se niegan de entrada los académicos.

La RAE no ha decidido aún este aspecto. A mediados de 2013 cerrará el proceso de incorporación y modificación de las palabras de cara a sacar en 2014 su nueva edición y todavía muchas pueden variar. Ha ocurrido recientemente con ‘matrimonio’, a la que se ha añadido una nueva definición para incluir la “unión de dos personas del mismo sexo”.