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24 de julio 2012- La Policía ha podido establecer que el presunto terrorista suicida que atentó contra un autobús de turistas israelíes en el aeropuerto de la ciudad turística búlgara de Burgas, el pasado día 18, hablaba ruso y estaba acompañado por una mujer. El sospechoso, que murió en el atentado, fue captado por una cámara de seguridad del aeropuerto.

En las imágenes aparece un joven con el pelo largo, aunque también podía tratarse de una peluca. En cuanto a su nacionalidad, todavía no ha podido ser determinada por los investigadores. Israel acusó a Irán de haber organizado el atentado a través de la organización terrorista libanesa Hezbolá, pero Teherán negó categóricamente su participación en este trágico suceso.

Diversos medios búlgaros revelaron ayer que, según fuentes de la Policía, el presunto terrorista suicida estuvo alojado en un hotel de la ciudad de Varna hasta «por lo menos el 16 de julio», es decir, 48 horas antes del ataque. Así lo aseguró la cadena de televisión privada bTV. Esta televisión informó de que los investigadores habían encontrado «rastros biológicos» del sospechoso en Varna, situada a orillas del Mar Negro, como Burgas. Según el diario ‘Troud’, la Policía busca a una mujer que podría ser cómplice del presunto terrorista yque se alojó en el hotel Perfekt de Varna, un establecimiento de tres estrellas. Los servicios de seguridad búlgaros no descartan que esta sospechosa hubiera estado en contacto con otro terrorista.

Documentación falsa

‘Troud’ también informó de que un taxista recogió al kamikaze el día antes del atentado y lo trasladó de Ravda a Pomorie, dos localidades costeras situadas al norte de Burgas. Este testigo aseguró que el terrorista «hablaba ruso correctamente». Las autoridades búlgaras hicieron público que el sospechoso tenía unos 36 años, estaba en posesión de documentación falsa expedida en Estados Unidos y permaneció en Bulgaria al menos cuatro días.

Por otra parte, el primer ministro búlgaro, Boiko Borisov, y el titular israelí de Turismo, Stas Meseznikov, participaron ayer en un homenaje a las víctimas del atentado en la Gran Sinagoga de Sofía. «Bulgaria e Israel son dos países amigos y no permitiremos que el acto terrorista de Burgas empañe nuestras buenas relaciones tradicionales», dijo el ministro israelí. Borisov manifestó que «no podemos permitir que tales incidentes se reproduzcan».