EL UNIVERSAL.COM

En pleno siglo XXI el antisemitismo no se ha erradicado en su totalidad, por el contrario tanto en México como en otras partes del mundo existen algunos ‘grupos de izquierda’ que continúan esta ‘cacería’ hacia los judíos, aseguró hoy aquí el historiador de origen francés Jean Meyer (1942).

Entrevistado a propósito de su nueva publicación titulada La fábula del crimen ritual. El antisemitismo europeo (1880-1914), el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2011, dijo que desde el holocausto nazi del siglo XX esta práctica resurgió.

Afirmó que tan solo basta ingresar a las redes sociales para ser testigos del ‘odio’ y los ataques que existen hacia los judíos, ‘culpables de todas las catástrofes de la humanidad’ y en los que se incluyen escritores, empresarios, políticos e intelectuales de origen judío.

Para algunos historiadores, dijo, no sólo es un gran tema histórico, político y social, sino también psicológico y psiquiátrico, toda vez que es un asunto de mentalidades.

“Hay mucha gente que no ha visto a un judío en su vida y está convencida de que todas las calamidades del mundo, se deben a los judíos”, anotó.

En España por ejemplo, abundó, “no hay judíos y hoy que esa nación se encuentra sumergida en una situación económica difícil, mucha gente cree que hay judíos mundiales escondidos detrás de los bancos, de la bolsa y que están moviendo los hilos”.

En La fábula del crimen ritual. El antisemitismo europeo (1880-1914), el también miembro de la Academia Mexicana de la Historia se centra en el antisemitismo europeo entre 1880 y 1914 canalizado y difundido por la revista jesuita Civiltà Cattolica (Civilización católica), auspiciada por la Curia romana.

La publicación, que a la fecha continua vigente, recoge la confrontación ideológica en Europa entre la modernidad, cuya vanguardia eran los judíos (destructores de toda religión desde la Revolución francesa, según estos católicos de la época) y la Iglesia, guardiana de la única ‘verdad’ y por ello contraría a cualquier forma de pensamiento que pusiera en riesgo su hegemonía.

Estudio en particular, comentó, el caso de un grupo de jesuitas italianos a fines del siglo XIX y principios del XX que publicaron una revista que hoy está vigente y que se llama La civilización católica.

“En aquellos años, tres de sus autores jesuitas, en el marco del antisemitismo, término que apareció en 1879 por el alemán Guillermo Marr, en una época de crisis general, por la modernización acelerada de Europa, machacan el tema de que todas las catástrofes se deben a los judíos, que son ellos, quienes odian al género humano y de manera especial a la iglesia católica”, señaló.

Meyer aseguró que según la revista, así como los judíos mataron a Cristo hace dos mil años, ahora quieren acabar con el cristianismo en general.

“Están duro y dale, y entre todos sus temas hay uno que en pleno siglo XXI suena aberrante, que es el tema del crimen ritual, una invención de la Edad Media, que alude a que en Semana Santa, que coincide con la Pascua de los judíos, éstos tienen la obligación de matar a un niño cristiano”, refirió.

De acuerdo con Meyer este ensayo trata la historia de una pasión asesina con el tiempo secularizada gracias al tema cristiano del crimen ritual: la necesidad de elaborar el pan ázimo de Pascua con sangre cristiana, preferentemente de un niño.

“Tenía que ser un niño pequeño, que es quien representaba el cordero de Dios; es una víctima inocente y de un crimen ritual, porque es una obligación religiosa de los judíos de degollar al pequeño y con su sangre completar la masa con la cual elaboraran el pan ázimo y que se come en la Pascua; ese es el crimen ritual”, relató.

No obstante, mencionó, existen múltiples variantes de esta leyenda, que responden más a una superstición paranoica (tras la que se han parapetado diferentes formas de antijudaísmo, ya sean religiosas, racistas o económicas) que a una verdadera liturgia, pues nunca se ha logrado demostrar que algún texto sagrado judío así lo prescriba.

A pesar de que los jesuitas son gente de la ‘elite’, se dice, creen en esta fábula, misma que la iglesia a lo largo de los siglos nunca reconoció, prohibiendo a su vez a los cristianos sobre esto y acusando a los judíos de crimen ritual.

Refirió que el judaísmo para la tradición cristiana no es una herejía, tal y como aseguraron Pablo de Tarso y Agustín de Hipona, así como tantos papas y prelados católicos, ortodoxos y protestantes a lo largo de la historia, lo anterior, pese a que el discurso de odio y miedo frente a los judíos nunca dejó de existir.

“La fábula del crimen ritual. El antisemitismo europeo (1880-1914)” es un libro útil que puede interesar el lector católico para entender esta situación, concluyó Meyer.