EL PAÍS

02 de Agosto 2012.-La Comisaría General de Información de la Policía detuvo ayer miércoles en Almuradiel (Ciudad Real) y La Línea de la Concepción (Cádiz) a tres presuntos miembros de Al Qaeda, según ha confirmado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Los detenidos son dos ciudadanos de repúblicas euroasiáticas y un turco. No llevaban documentación, por lo que Interior todavía no ha podido precisar la nacionalidad de dos de ellos, aunque sí está confirmada la del turco. En la casa de San Roque (Cádiz) donde vivía el turco con su esposa marroquí, se ha encontrado material explosivo que, según el ministro, podría ser “especialmente lesivo si se le añadiera metralla, podría destrozar todo un autobús”. Los detenidos planeaban un atentado “en España y/o Europa”.

Los dos presuntos chechenos fueron detenidos en en Almuradiel, en una parada del viaje de autocar que realizaban en dirección a Francia (el autobús cubría la línea Cádiz-Irún), y en el momento de su captura forcejearon con los GEO (Grupo Especial de Operaciones de la policía) aunque fueron reducidos. Uno de ellos, ha asegurado Fernández Díaz, ejerció una “resistencia descomunal”.

El ciudadano turco fue localizado en el piso de San Roque, situado en la calle Virgen de Loreto, de la zona de Las Palomeras, en el barrio del Junquillo. Estaba casado con una marroquí y trabajaba en Gibraltar, por lo que cruzaba la frontera todos los días. Cuando los agentes le detuvieron en el piso se encontraba con su compañera, además de con otra mujer y otro hombre, que están en libertad.

Los detenidos habían recibido formación militar en campos de Pakistán y Afganistán, y se les había visto en la práctica de parapente con motor, lo que les permitía manejar el aparato a su voluntad. El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz dirige la investigación.

Los presuntos terroristas están relacionados con una célula de Al Qaeda llamada LET (Lashkar-e-Taiba, Ejército de los puros en árabe), responsable del atentado en Bombay en 2008 en el que murieron 170 personas. Después de la detención de Sayed Zabiuddin, uno de los implicados en el atentado en Bombay en 2008, la prensa india ha informado recientemente de los estrechos vínculos existentes entre Al Qaeda y LET.

En el registro del piso de San Roque, la policía encontró un artefacto, pero sospecha que la célula pudiera tener oculta alguna bomba fuera de la vivienda, ya que la compañera del turco le comunicó a este por teléfono que había limpiado el piso. De este hecho deducen los investigadores que tenían material comprometido del que se deshicieron antes de la intervención policial.

Los servicios de inteligencia occidentales estaban tras la pista de este comando desde hace varios meses. La Comisaría General de Información detectó su presencia en España desde hace aproximadamente un mes, cuando llegaron procedentes de Francia. Durante este tiempo, los sospechosos han sido vistos entrenándose en vuelo de parapente, por lo que la policía sospecha que iban a utilizar estos aparatos para perpetrar un atentado desde el aire. La policía recuerda que la zona donde residían los detenidos está muy próxima al Peñón y a la base naval conjunta hispano-norteamericana de Rota.

La policía les ha intervenido soportes informáticos que en este momento está procediendo a analizar por si de ellos se extraen pistas sobre los planes del grupo desarticulado.

La base central de Al Qaeda emitió a principios de julio por primera vez un comunicado por el que buscaba lobos solitarios que hablasen español. El texto, en castellano, era un llamamiento para reclutar suicidas. Concretamente el remitente era el Comité Militar de Al Qaeda en la Península Arábiga. Los destinatarios, según aparece textualmente en el comunicado, son “lobos solitarios que viven entre los enemigos”.

Estas detenciones se producen un día después de que el Gobierno presentara una directiva de Defensa en la que no había ni una cita al 11-S, el 11-M, Al-Qaeda o Afganistán. Nada de diplomacia, control de armamento o desarme. Ninguna mención a la “seguridad compartida” o la “defensa colectiva”. Algunas alusiones a la OTAN, pocas a la UE y solo una a la ONU; cuando dice que la política de defensa española “debe atender a la legalidad internacional y las resoluciones de Naciones Unidas”.