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Berlín, 6 Agosto 2012 (Notimex).- El Comité del Deporte Olímpico de Alemania encabezó en Londres un servicio religioso para conmemorar a los 11 atletas israelíes asesinados durante un ataque terrorista en las Olimpiadas de Múnich en 1972. El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, declaró en la capital británica que “Alemania no ha olvidado”, al tomar parte en una ceremonia para recordar los sucesos de Múnich que fue organizada por el Comité Olímpico israelí.

En la ceremonia estuvieron presentes los directivos de esa organización, así como los del Comité Judío para las Olimpiadas de Londres. El jefe de la diplomacia alemana expresó que los Juegos Olímpicos en Múnich fue el primer gran evento internacional en Alemania después de los horrores del nazismo.

“Iban a ser unos Juegos Olímpicos llenos de alegría”, dijo. Señaló que en vez de eso, quedaron paralizados por el shock debido al atentado que sufrió la delegación de atletas judíos.

El ministro alemán apuntó que el atentado contra los atletas israelíes “fue un ataque en contra de los valores olímpicos del juego limpio, de la competencia pacífica y del respeto mutuo”. “Alemania mira hacia atrás con luto, ya no podemos volver a la vida a los muertos”, pero “es nuestro deber recordarlos con honores”, consideró Westerwelle.

Subrayó que el terrorismo contra israelíes no es cosa del pasado y que muestra de ello es el atentado sufrido por turistas israelíes en Bulgaria hace unas semanas. Puntualizó que ese atentado es una muestra de que los terroristas tratan de extender su odio e intolerancia. “Alemania sigue estando al lado de Israel. No nos quedaremos quietos cuando Israel u otro pueblo esté amenazado”, apuntó. Indicó que la mirada de Alemania está puesta en el futuro y que el país europeo e Israel son ahora socios y amigos.

La ceremonia religiosa ecuménica se llevó a cabo en la Casa de Alemania en Londres y estuvieron presentes alrededor de 70 personas. Durante los preparativos de la ceremonia se produjeron discusiones porque la parte israelí quería que se guardara un minuto de silencio durante la inauguración de los Juegos en Londres en conmemoración por las víctimas israelíes en Munich en 1972. El Comité Olímpico Internacional, con su presidente Jacques Rogge, rechazó esa petición de la parte judía.

Fue el 5 de septiembre de 1972 a las 04:10 cuando tuvo lugar el ataque de un comando palestino “Septiembre Negro” contra las habitaciones en que se encontraban los atletas israelíes, 11 atletas fueron tomados como rehenes, dos de ellos fueron inmediatamente asesinados. Durante aquella tragedia, los terroristas demandaron la liberación de 232 palestinos que se encontraban en prisiones israelíes, así como de los líderes terroristas alemanes Andreas Baader y Ulrike Meinhof, y del terrorista japonés Kozo Okamoto, mientras que al frente del gobierno israelí se encontraba Golda Meir.

De acuerdo con lo que después informó, la política israelí decidió no aceptar la demanda de liberación de los palestinos en cárceles israelíes para que no peligrara en el futuro la vida y la seguridad de viajeros israelíes en el extranjero. Las autoridades alemanas llevaron a cabo una operación de rescate tan mal planeada y organizada que dejó como saldo mortal otros nueve atletas israelíes, siete terroristas y un policía alemán.

El intento de liberación se llevó a cabo en el Aeropuerto Militar de Múnich. Los terroristas palestinos fueron respaldados durante los preparativos del atentado por miembros del sector neonazi alemán, de acuerdo con lo que confirma la documentación de la Oficina Federal de Protección a la Constitución. La nula preparación de las fuerzas policiales alemanas llevó al gobierno a decidir la formación del comando élite antiterrorista GSG 9.