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16 de Agosto 2012.-Las fuerzas gubernamentales sirias y su milicia afín, los denominados, ‘chabiha’ han cometido crímenes contra la humanidad, según un nuevo informe de la Comisión de Investigación de la ONU, que igualmente acusaba a los grupos armados de oposición de crímenes de guerra, aunque a menor escala.

En este informe de 102 páginas difundido el miércoles en Ginebra, la comisión ha evocado los “crímenes contra la humanidad, de asesinato y tortura, crímenes de guerra y violaciones flagrantes de los derechos del hombre y de las leyes humanitarias” de la parte de las fuerzas gubernamentales y los ‘chabiha’.

Las fuerzas gubernamentales y los miembros de la ‘chabiha’ han cometido crímenes contra la humanidad -asesinatos y torturas-, crímenes de guerra y graves violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional, incluidos asesinatos fuera de la ley, ataques indiscriminados contra civiles y actos de violencia sexual”, ha apuntado el documento de la comisión que preside Sergio Pinheiro. Estas violaciones, según esta pesquisa, se han cometido en el marco de una política de Estado “con implicación de los más altos niveles de las fuerzas armadas y de seguridad, y del Gobierno” de Damasco.

También las fuerzas rebeldes han sido acusadas en el documento de “crímenes de guerra, incluidos asesinato, ejecuciones extrajudiciales y tortura”, aunque la comisión indica que “estas violaciones y abusos no tuvieron la misma gravedad, frecuencia y escala” que los cometidos por el Gobierno y la ‘chabiha’. Sobre la situación del conflicto armado, la comisión destaca que desde el mes de febrero la situación se ha deteriorado de manera significativa con nuevos focos de enfrentamientos, tácticas más agresivas y mayores medios militares en ambas partes.
La comisión ha vuelto a lamentar la falta de acceso a territorio sirio, admitiendo que socava su capacidad para llevar a cabo el mandato encargado por la ONU, y sigue basando su trabajo en entrevistas telefónicas con personas que están en distintos puntos de Siria, así como con refugiados y familiares de víctimas. El informe ha llamado la atención sobre el deterioro de la situación socioeconómica y humanitaria -“lo deja a la mayoría de la población en un estado de abandono”- y ha criticado las sanciones internacionales contra el régimen de Bashar al Asad, que ha considerado “una negación de los derechos humanos más básicos del pueblo sirio”.

El documento ha alertado asimismo sobre el impacto de “un conflicto armado no internacional” -término legal para definir una situación de guerra civil- y denuncia que “la población civil de todas las comunidades soporta el peso, con miles de personas que han perdido la vida”. “La creciente militarización del conflicto es desastrosa para el pueblo sirio y podría provocar consecuencias trágicas para la región entera”, ha añadido la comisión, que ha vuelto a hacer un llamamiento a la comunidad internacional para que muestre unidad de acción en la búsqueda de una salida negociada y política al conflicto.