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Bashaer Othman es con 15 años la dirigente del pueblo de Allar, al noroeste de Cisjordania. Forma parte de un experimento puntual y solo veraniego que ha resultado de lo más satisfactorio para los 11 jóvenes que han cogido las riendas municipales.

Ha tenido que decidir este verano si establecen un parque de bomberos en la localidad de Allar, al noroeste de la provincia de Tulkarem en Cisjordania, y si quieren que haya un rincón en este municipio de 9.000 habitantes habilitado para el recreo infantil. Y, por su edad, 15 años, Bashaer Othman debería casi estar en el segundo y disfrutar tranquilamente de sus jóvenes amistades mientras paladea un helado. En lugar de eso, esta joven palestina nacida en lo alto de las colinas de Cisjordania ha preferido protagonizar dos hitos en uno: el de convertirse por espacio de unos meses en la alcaldesa más joven del planeta y en conseguir colocar a más mujeres que nunca en el Consistorio de Allar.

«Hello? yes, this is the Mayor of Tolkarem. How can I help you?», se escucha al otro lado de la línea telefónica cada vez que descuelga la adolescente alcaldesa. «Hola, sí, yo soy la alcaldesa en este distrito de Tulkarem, ¿cómo puedo ayudarle?», es el grito de guerra (traducido) de Othman, cuya foto ataviada con el hiyab alrededor de la cabeza y detrás de la mesa del despacho municipal ha dado la vuelta al mundo. Medios árabes como Al Arabiya incluso la difundieron por Facebook. Porque la sola imagen de una teenager debatiendo de tú a tú con mandamases del Consistorio y planificando cómo representar a la ciudad en un viaje a Qatar sorprende. No lo hacen menos las reflexiones de esta niña reconvertida en mujer, la menor de siete hermanos. Quiere impulsar un plan de empleo local, porque la zona es una de las que más elevada tasa de paro acumula entre la juventud y que sufre cómo parte de su fuerza de trabajo da el salto a Israel, aunque sea para cobrar mucho menos. «En lugar de que el desempleado vaya a trabajar como mano de obra barata, tenemos que crear puestos de trabajo aquí y con urgencia», sintetiza como un sabio la teenager.
Equilibrio de género en el Ayuntamiento

También desea que la mujer tenga más representación institucional, habida cuenta de que el Ayuntamiento tiene un sistema de acceso por cuotas, donde de los once concejales solo dos son féminas. De hecho, gracias a este programa estival de capacitación de los jóvenes, Bashaer ha conseguido casi equiparar la cuota de género: cinco chicas y seis chicos forman parte del Consejo de gobierno ahora.

En este experimento inusual de verano, que terminará en pocas semanas, además de la ya conocida alcaldesa «suplente», el que mayor entusiasmo ha demostrado es el regidor del resto del año. Al decir de Sufian Shadid, la entrega de las riendas del poder a jóvenes ha permitido a estos identificar los grandes males que envuelven la actualidad municipal, así como aportar una visión distinta a su resolución. Shadid ha calificado a su relevo como una adolescente con gran «carisma, personalidad y dotes de liderazgo», virtudes óptimas para desempeñar una gran labor a los mandos municipales.

El tercer y último reto que se propone Othman tras su paso en primer grado por la política es implicar a las personas desde su adolescencia en la toma de decisiones relevantes y participar activamente en ellas. No en vano, según el alcalde ordinario, el objetivo de este plan veraniego en la localidad no era otro que el de «dar a los jóvenes la oportunidad de participar en la sociedad civil y más confianza también para convertirse en parte del sistema político del futuro», afirmó en una entrevista. Él mismo ha supervisado el ejercicio político de Othman, que ha firmado documentos, pronunciado discursos y presidido reuniones y eventos. La nota: sobresaliente.

La alcaldesa confesó que al principio los convencinos se mostraron algo reticentes debido a la corta edad de los nuevos inquilinos del las oficinas municipales de Allar, pero con tesón, trabajo y solvencia han logrado revertir esa crítica inicial y se han ganado el respeto del votante. Llegará el otoño y el cetro volverá a manos de Shadid. Entonces, la pequeña, a la que su familia ha apoyado en la nueva carrera emprendida, asegura que acabará los dos años de colegio, luego estudiará Relaciones Internacionales en la Universidad y será entonces cuando se embriague de nuevo de los rigores del poder.

Quién sabe si, como un día le sucediese a las presidentas argentina, danesa o alemana, sea éste el germen de una de las mandatarias más notorias del mundo. De momento, grabamos su nombre, Bashaer Othman, y esa imagen épica de una joven con cara de inocente que quiso dirigir a su comunidad.