AGENCIA JUDÍA DE NOTICIAS

01 de Septiembre de 2012.-Al recibir una pelota de la selección de sillas de ruedas que participó en un torneo de veteranos de la Segunda Guerra Mundial, que se realizó en 1948, Eva Loeffler, no tenía ni idea de que esta competencia creada por su padre, un importante neurólogo de Hamburgo que había escapado de los nazis, iba a crecer hasta convertirse en Juegos Para-Olímpicos.

Lo cierto es que aquel sueño se transformó en realidad y hoy Loeffler es la alcaldesa de la Villa Olímpica de los Para-Olímpicos de Londres, el segundo evento deportivo más importante del mundo en términos de participación con 4.200 atletas que compiten hasta el 9 de septiembre.

La historia la inició Ludwig Guttmann, un neurólogo nacido el 3 de julio de 1899 en Toskez (Polonia), quien fue considerado como el padre de la “paraplegiología moderna”.

Guttmann, quien era un importante neurólogo de Hamburgo, tuvo que huir de Alemania ante la amenaza de los nazis.

Según relató su hija, Guttmann se encontró con el director del hospital en el trabajaba en Breslau, hoy Wroclaw, Polonia, después de que se pusieran en vigencia las leyes nazis que discriminaban a los médicos judíos.

Milagrosamente, Guttmann salva su vida y la de 60 personas tras una reunión realizada después de la explosión de la revuelta antisemita “Kristallnacht” (La noche de los cristales rotos) el 9 de noviembre de 1938.

Al año siguiente, el médico emigró con su familia al Reino Unido, al darse cuenta de que “si nos quedamos en Alemania, no podríamos sobrevivir”, recordó hace poco su hija Loeffler.

Al llegar a Londres, Guttmann fue asignado al Hospital Stoke Mandeville, donde fundó el primer servicio mundial en el tratamiento de las lesiones de la columna vertebral. Su aporte científico fue tan decisivo para cambiar el pronóstico de estas personas, que la medicina distingue entre lesión medular antes y después de su intervención.

“Nadie más quería hacerlo, porque vimos a los heridos como una causa perdida en el tiempo”, relató su hija. En ese centro, Guttmann desarrolló nuevos métodos, incluido el deporte.

La metodología no cayó bien entre los otros médicos, enfermeras y personal de la administración del hospital, e incluso por algunos pacientes.

“Al menos de esta forma, los pacientes, en lugar de morir en dos años, pudieron sobrevivir”, afirmó la hija del legendario médico.

“Eran jóvenes soldados, aburridos y sentado sin hacer nada”, recordó Loeffler.

Para distraer a los soldados heridos, Guttmann creo un pequeño torneo en el hospital de Stoke Mandeville.

En 1948, Guttmann lanzó los Juegos de Stoke Mandeville, que coinciden con los Juegos Olímpicos de Londres de ese año. Allí se reúnen dieciséis competidores en silla de ruedas alrededor de un puñado de los deportes.

Los juegos de sillas de ruedas se volvieron tan populares que comenzaron a organizarse todos los años hasta que llegó a Stoke Mandeville un veterano holandés que en 1952 hace posible que los juegos se realicen por primera vez a nivel internacional.

En 1960, Guttmann logró convencer a los organizadores de los Juegos Olímpicos de Roma mantener la estructura para que compitieran los atletas en sillas de ruedas. Eran 400 deportistas procedentes de 23 países.

Guttmann, que murió en 1980, habría sido muy feliz de ver al sudafricano Oscar Pistorius, el atleta que sufrió una doble amputación a los once meses de edad y que compitió en los Juegos Olímpicos con prótesis transtibiales construidas en fibra de carbono.

“En 1956 me dijo que soñaba con ver a las personas con discapacidad participar en los Juegos…”, recordó la hija del doctor fundador de los Para-Olímpicos.