EL MUNDO.ES

04 de septiembre 2012.-Es una de las desapariciones más misteriosas en Florida en las últimas décadas. Horas después de zarpar, el yate de la millonario brasileño-israelí, Guma Aguiar apareció a la deriva el 19 junio en una playa de Fort Lauderdale, al norte de Miami, sin su dueño a bordo.

Casi tres meses después, lo único de lo que las autoridades y la familia están seguras, es que desconocen su paradero. Las duda son si está vivo o muerto, si se suicidó o fingió su propia muerte, porque ninguna opción dispone de indicios concluyentes.

Se sabia que Aguiar, de 35 años, sufría una gran depresión producto de una quiebra en sus negocios de petróleo y gas natural. Dueño de una fortuna calculada el año 2006 en 2.500 millones de dólares, el empresario vio mermar sus ingresos en los últimos años por las fluctuaciones del mercado, un par de malas inversiones y, sobretodo, un fuerte conflicto con tu tío, el principal socio en los negocios, que llevó a Aguiar a entrar en una profunda depresión a punto de, el 2010, haber sido ingresado en un hospital en Israel.

Según informaciones proporcionadas por la policía de Fort Lauderdale a los medios locales, la esposa y la madre de Aguiar son protagonistas de un gran enfrentamiento por el control de la fortuna del desaparecido empresario.

Se sabe que la noche anterior a abordar su yate yate, llamado ‘Zion’, y poner rumbo al norte, paralelo a la costa este de Florida, Aguiar sostuvo una fuerte discusión con su esposa, Jamie Aguiar, donde varias veces se mencionó la palabra “divorcio”.

Cuando sonó la alarma de la desaparición, tan pronto el yate llegó a la costa, los investigadores manejaron tres posibilidades: un accidente, un suicidio o una desaparición perfectamente planificada. Pero hoy, las sospechas se han reducido a dos.

Se descarta el accidente

Un accidente está fuera de cuestión, porque a bordo del yate encontraron su reloj de pulsera, el anillo de boda, textos religiosos y el chaleco salvavidas. Objetos demasiado personales que indican un suicidio o la escenificación de su propia desaparición.

La Guardia Costera, que está a cargo de las investigaciones, no ha logrado recabar pruebas suficientes de que se trata de un suicidio, pero tampoco de una desaparición planificada. Aparentemente queda fuera de cuestión un secuestro porque no ha habido ningún pedido de rescate.

“Nada está claro. Nos hemos planteado miles de preguntas sobre lo que pudo haber sucedido (en el seno de la familia) que llegara a este punto. No sabemos que ha ido mal, que ha pasado. Estamos buscando el más mínimo indicio pero, lo cierto, es que no hemos encontrado una explicación convincente”, comentó la portavoz de la Guardia Costera, Darren Caparara.

Lo único sólido que los investigadores tienen son los datos de rastreo del GPS del yate, los cuales indican que el ‘Zion’ navegó paralelo a la costa rumbo norte hasta la altura de Cabo Cañaveral cuando inició una serie de círculos hasta que se estabilizó y siguió, presumidamente a la deriva, rumbo sur y en una ruta irregular hasta que encalló en Fort Lauderdale.

O sea, pudo haber sido un suicidio pero también un desaparición premeditada. Aguiar pudo haberse lanzado a la mar cerca de la zona de Cabo Cañaveral o descendido de su pie en la playa en Fort Lauderdale. Estaba solo y no hay testigos.

Una fortuna de 100 millones

Para el abogado de Jamie Aguiar, el empresario ha huido para escapar a sus responsabilidades y desentenderse del matrimonio. Los Aguiar se casaron el 2007 y tienen cuatro hijos. Vivieron un tiempo en Jerusalén a fines de la década pasada.

Tras la desaparición, el conflicto entre Jamie Aguiar y la madre del empresario Ellen Aguiar, se agudizó y las dos mujeres se enfrentan en los tribunales por la división de la fortuna calculada ahora en apenas 100 millones. Mientras, la mansión que la familia tiene en Fort Lauderdale ha sido puesta a la venta por 4,6 millones de dólares. Fue construida hace seis años y cuenta con dos garajes, seis habitaciones, cuatro baños, comedor, sala, piscina y atracadero.

Además de su fortuna, Aguiar es conocido por sus gestos filantrópicos y sus fuertes ideas sionistas. No es por casualidad el yate se llaman ‘Zion’. Si ha desaparecido intencionalmente, las autoridades creen que es difícil que se puede esconder. Israel, donde ha vivido por temporadas y donde un día dijo quería ser enterrado, es una posibilidad, pero el empresario es muy conocido allí. Podría volver a Brasil, donde nació, pero seria muy difícil sobrevivir sin la ayuda de conocidos.

“En estos casos de las desapariciones forzadas, a menos que la gente quiera realmente cortar todos los lazos con su pasado y han pensado en todos los detalles de cómo sobrevivir, siempre terminan apareciendo indicios de que están vivos y dónde”, contó a ELMUNDO.es, el investigador privado Álvaro de la Cerna.

Es por ello que, una vez terminada la búsqueda en alta mar, los investigadores se están concentrando en los movimientos bancarios de Aguiar en los últimos tiempos, para ver si ha transferido fondos de algunas de sus cuenta y hacia dónde.