LA GACETA

05 de septiembre 2012.-El grupo terrorista avisa de la respuesta de los ayatolás si Israel ataca las instalaciones nucleares de la República Islámica. ‘La guerra contra Teherán será mucho más lenta que la de Líbano en 2006’.

“Si Irán es blanco de Israel, Estados Unidos cargará con la responsabilidad”. Así de contundente se mostró ayer el líder del grupo terrorista Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah, en una entrevista con la televisión Al Mayadeen. El jefe terrorista libanés aseguró que el régimen de los ayatolás no dudará en atacar las bases de Estados Unidos en el Golfo Pérsico si Israel decide atacar las centrales nucleares de la República Islámica.

“La respuesta no sólo será dentro de la entidad israelí: las bases estadounidenses en toda la región podrían ser blancos iraníes”, explicó Nasrallah. En los últimos meses Israel ha intensificado sus amenazas de un posible ataque a las centrales nucleares iraníes, ante el temor a que estos puedan hacerse con armamento nuclear, algo que los ayatolás niegan a la vez que insisten en que su programa nuclear tiene únicamente fines pacíficos.

De hecho, se rumorea sobre un posible ataque antes de las elecciones presidenciales norteamericanas, el próximo 6 de noviembre. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, instó el domingo a las potencias mundiales a fijar una “clara línea roja” para presionar a Irán para que abandone su plan nuclear.

Israel, único país que cuenta con arsenal nuclear en Oriente Medio, ve el programa de Irán como una amenaza a su propia existencia y a su dominio regional. Pero el Gabinete del jefe del Ejecutivo israelí se encuentra dividido sobre un ataque a Teherán.

Analistas apuntan a un cambio de estrategia de Israel. Netanyahu dejaría de lado las amenazas de un ataque a cambio de un compromiso público de apoyo más evidente del presidente Barack Obama, con condiciones que motivarían acciones de Estados Unidos en el futuro. Un compromiso difícil de aceptar por un Obama inmerso en campaña.

Nasrallah cree que en Israel hay divisiones sobre un ataque a Irán. “Personalmente no espero que el enemigo israelí lance un ataque a la República Islámica de Irán, al menos en los próximos meses o el futuro cercano”, remarcó.

El líder terrorista apuntó, además, a la fragilidad de la economía mundial, que sería debilitada aún más por cualquier aumento brusco de los precios del petróleo derivado de un conflicto en el Golfo Pérsico, y a las posibles bajas israelíes en cualquier guerra con Irán.

Guerra lenta

“Netanyahu y el ministro de Defensa, Ehud Barak, inflan el beneficio y reducen los costes”, dijo, refiriéndose a las estimaciones realizadas por Israel en las que aseguran que podría sufrir hasta 500 bajas en cualquier conflicto que busque terminar con las instalaciones nucleares de Irán.
En la guerra de Líbano en 2006 entre las fuerzas israelíes y el grupo terrorista Hezbolá, murieron 1.200 personas en Líbano, en su mayoría civiles, y 160 en Israel, principalmente soldados. Una guerra con Irán, explicó Nasrallah, sería más letal. “No sabemos qué ocurrirá en la región”.