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6 de septiembre 2012.-Un furioso Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, compareció ayer ante los medios locales para dar cuenta de su enfado sobre las filtraciones a la prensa de lo que debía ser una reunión «top secret» sobre Irán de su gabinete de seguridad, celebrada el martes por la noche.

Estaba previsto que la reunión continuase ayer miércoles, pero los medios israelíes se adelantaron el martes por la noche al publicar varios de los temas tratados durante la reunión de Netanyahu con los 14 ministros que componen el gabinete de seguridad.

«Ayer, alguien socavó gravemente la confianza que los israelíes ponen en este forum. Esa persona violó las reglas básicas de conducta de los encuentros del gabinete de seguridad. La seguridad del estado y de los ciudadanos israelíes depende de la capacidad de celebrar reuniones confidenciales en este gabinete de seguridad», comentó Netanyahu, en una carta escrita a los medios.

Lo que transpiró ayer a la prensa, difundido por el periódico Yediot Aharonot, uno de los principales en el país, fue que Netanyahu y los ministros deliberaron sobre las posibles «líneas rojas» que Irán debe cruzar para que EE UU considere una intervención militar en el país de los ayatolás.

El diario también desveló, a través de su fuente presente en la reunión, que los ministros no consiguen ponerse de acuerdo sobre el calendario nuclear iraní y la llamada «zona de inmunidad», por la que una vez que Irán haya logrado la bomba nuclear, una intervención militar ya no sería efectiva.

A pesar de la bronca de Netanyahu a sus ministros por haber filtrado información a la prensa, el mandatario no ha clarificado cómo estarán organizadas las próximas reuniones del gabinete de seguridad, para evitar situaciones parecidas en el futuro.