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“En cualquier guerra entre el hombre civilizado y el salvaje, apoya al civilizado. Apoya a Israel. Derrota a la yihad”. Este es el anuncio con el que, desde el lunes, los usuarios del metro de Nueva York se cruzan por los pasillos de diez estaciones de la ciudad. Con la crispación desatada en el mundo árabe tras el tráiler que se burlaba de Mahoma aún latente, son muchos los que hablan de casualidad inoportuna. Simple coincidencia en el tiempo o no, la incendiaria publicidad ha generado un fuerte rechazo entre los neoyorkinos, que temen que pueda crear más tensiones y enfrentamientos en Oriente Medio.

El cartel pide apoyar a Israel y derrotar a la yihad. MIREIA JULIÀ

El pasado jueves, un juez autorizaba la colocación de los anuncios, que habían sido previamente rechazados por la Autoridad del Transporte Metropolitano (en inglés, las siglas MTA) por considerar su lenguaje “degradante”. Fue en julio, sin embargo, cuando el juez concluyó que MTA había violado la libertad de expresión del grupo promotor de la publicidad, la Iniciativa para la Defensa de la Libertad Americana (AFDI). Después de pasar por los tribunales, la polémica sobre los carteles llega ahora a los usuarios del metro, que ya hacen juicios paralelos.

En la estación de Times Square, si hace unos días la mayoría de usuarios pasaban de largo ignorando la publicidad, desde que un grupo de musulmanes instaló en frente del anuncio una especie de altar con globos y pósters llamando a la paz y defendiendo “su yihad”, pocos son los que se quedan indiferentes. Este es el caso de MBargou Daro Tall, muy enfadado por el anuncio que considera una “provocación”. Daro, que se define como un “musulmán pacífico”, asegura que “les estamos dando motivos para que odien a América”. Más enfadada aún se mostraba la periodista y activista egipcio-americana Mona Eltahawy, arrestada tras rociar con un espray de pintura uno de los carteles.

 

LOS PARTIDARIOS DEL MENSAJE

Los hay, sin embargo, que están a favor de la campaña publicitaria. “Yo la apoyo, no sé si es la manera más efectiva de combatir la Yihad, pero lo que está claro es que hay que combatirla”, decía otra usuaria, María. Preguntada por si creía que los anuncios podían tensar todavía más las relaciones entre Occidente y Oriente medio, su respuesta fue muy clara: “¿Y qué es lo no que les crea tensión a los musulmanes?”.

Lo mismo que María debe pensar Pamela Geller, la bloguera y directora ejecutiva de AFDI responsable de esta controvertida campaña publicitaria que ha costado 6.000 dólares. En una entrevista a la cadena de televisión norteamericana Fox, Geller, que tiempo atrás había liderado una campaña para evitar la construcción de un centro islámico cerca de la zona cero de Nueva York, aseguró que los anuncios “no van en contra de todos los musulmanes”, sólo de los extremistas.

Los carteles, que se mantendrán un mes en el metro de Nueva York, hace dos semanas que ya están colocados en autobuses de San Francisco. El próximo objetivo de Geller es el transporte público de Washington, que de momento se resiste a ponerlos. La activista conservadora, no obstante, ya ha dicho que ha presentado acciones legales para volver a hacer prevalecer su derecho a expresarse libremente.