EL PAÍS

02 de octubre 2012.-El presidente de Siria, Bachar el Asad, ha viajado a Alepo para supervisar en persona la lucha contra los rebeldes. Su visita llega tras la orden de movilizar a 30.000 soldados por toda la provincia del mismo nombre con una misión: “limpiar”, como él ha dicho, la segunda ciudad del país y epicentro económico de insurgentes, informó ayer el diario libanés Al Diyar, afín al régimen sirio.

El periódico informa de que El Asad viajó desde su palacio en Damasco en helicóptero hasta Alepo, cuya población civil ha sido castigada por los bombardeos desde agosto. Aunque no se ha detallado cuándo llegó El Asad a la ciudad, el periódico sostiene que el dirigente ayer seguía en Alepo.

La orden de enviar tropas de refuerzo se firmó el lunes, de acuerdo con Al Diyar, e incluye el traslado desde Hama, una de las ciudades donde prendió el levantamiento contra el régimen hace ya 18 meses, de las divisiones 5ª y 6ª del Ejército, de las que se calcula que cuentan con unos 30.000 soldados y unos 2.000 vehículos para transporte. El diario señala que el plan es atacar “cualquier zona ocupada de la provincia de Alepo desde la frontera turca”.

Los rebeldes dicen haber logrado el control sobre el casco antiguo de Alepo, cuyo zoco, Patrimonio de la Humanidad, fue destruido el sábado por un incendio tras los combates. Las posiciones rebeldes más asentadas están en el este de la ciudad —Al Diyar cifra en el 25% el territorio de Alepo en manos de la insurgencia—, y las gubernamentales, en el oeste.