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En Simjat Torá, el día de Regocijo con la Torá, concluimos nuestra lectura anual de la Torá e iniciamos de nuevo el ciclo.

¿Cual es la conexión entre el día mismo y la Sidra en la que leemos, Vezot Haberaja? ¿Y por que? celebramos la Torá en este día en vez de hacerlo en Shavuot cuando fue dada por primera vez.

En la Sijá que sigue, debe quedar claro un punto para evitar la confusión. Shemini Atzeret – el octavo día de Sucot y un festival por derecho propio – y Simjat Torá, el día siguiente, fueron originalmente un solo festival. Fuera de la tierra de Israel, sin embargo, donde celebramos dos días festivos en vez de uno, están separados.

Pero son en esencia un solo evento religioso, y son tratados como tal en la Sijá.

SHEMINI ATZERET – EL DÍA Y LA LECTURA

Basándose en el Talmud, Rambam escribe que en cada festival leemos un pasaje de la Torá relacionado con ese día, ya que “Moisés estableció para Israel que ellos leyeran la sección correspondiente en cada festival.”

Continúa especificando las lecturas para los festivales individuales, y dice, “el último día (de Sucot) leemos la sección que se inicia con Kol Habejor, ‘todos los primogénitos…,’ y al día siguiente leemos Sidra Vezot Haberajá, ‘Y ésta es la bendición….'”

Así la razón por la que leemos Vezot Haberajá el segundo día de Sheminí Atzeret no es meramente, como se ha sugerido, finalizar el ciclo de los festivales del año con la bendición final de Moisés a Israel. Ni tampoco es acoplar la celebración del festival con la de la conclusión de la lectura anual de la Torá. Tampoco es unir la bendición de Moisés con la que Salomón pronunció para el pueblo en Sheminí Atzeret. Todas estas son razones, pero son incidentales. La principal es, como implica Rambam, que la Sidra de Vezot Haberajá directamente se refiere al festival mismo. ¿Pero cuál es la conexión entre ellos?

La Nación única

En el Talmud, encontramos una explicación del simbolismo de los sacrificios hechos en Sucot y Sheminí Atzeret. “¿A que corresponden los setenta bueyes (que fueron ofrecidos durante Sucot)? A las setenta naciones.

¿A que corresponde el único buey (de Sheminí Atzeret)? A la única nación (Israel).”

Sheminí Atzeret es por lo tanto el día en el que se revela la naturaleza única de Israel.

Esto es en relación con Vezot Haberajá, pues Moisés empieza su bendición con las palabras: “El Señor vino de Sinai, y subió desde Seir hasta ellos; y brilló desde el monte Paran.” Rashi explica la referencia a Seir y a Paran de esta manera: “Primero se dirigió a los hijos de Esav (los habitantes de Seir) diciéndoles que debían aceptar la Torá, pero se rehusaron. Luego se dirigió a los hijos de Ismael (que vivían en Paran) para que la aceptasen, pero también se rehusaron.”Los descendientes de Esav e Ismael representan aquí a todo el mundo que no es judío, y el significado de las palabras de Moisés es por lo tanto que todo el mundo tuvo la oportunidad de aceptar la ley de Di-s en el tiempo de Sinai, pero únicamente Israel, “la nación ?única ” lo hizo.

Sin embargo, aunque este énfasis en la naturaleza única de Israel vincula a Vezot Haberajá con Sheminí Atzeret, de seguro lo conecta con mayor fuerza con otro festival, Shavuot, la “temporada cuando se dio nuestra Torá”, ya que Moisés se refería a los eventos que rodearon el monte Sinai y los que tuvieron lugar en Shavuot.

La ruptura de las Tablas

La explicación radica en las últimas palabras de la Sidra, con las que terminan los Cinco Libros de Moisés: “No ha surgido desde entonces un profeta en Israel como Moisés… con la poderosa mano, y el gran terror, que Moisés demostró a la vista de toda Israel.”

A Rashi se le preguntó a cuál acto hacía precisamente referencia en la frase “que Moisés demostró a la vista de toda Israel”. Él dice que fue el momento cuando “su corazón lo inspiró a destrozar las tablas (de los Diez Mandamientos) ante sus ojos.”

¿Pero por que? debe ser contado este acto entre las virtudes de Moisés Aparentemente estaba conectado con un episodio de desagrado Divino. De hecho, Rashi escribe en otro lado que “la muerte de los justos es tan penoso para el Sagrado, bendito sea, como el día en que se quebraron las tablas.” Rashi mismo contesta esta pregunta, diciendo que cuando Moisés quebró las tablas, “el Sagrado, bendito sea, estuvo de acuerdo con la opinión de Moisés y lo congratuló.

Pero esto no resuelve nuestra dificultad. El Talmud nos dice cuál fue el razonamiento de Moisés. Él alegó, con mayor razón: “Si al tiempo del sacrificio de Pascua, que es únicamente uno de los 613 preceptos, la Torá dice: ‘ningún extrañó debe comer de ello,’ aquí está toda la Torá, y los Israelitas son apostatas – pues, mucho más.” En otras palabras, Moisés estaba defendiendo el honor de la Torá al no querer transmitirla a “apostatas,” pero al mismo tiempo hacía énfasis en la falta de merecimiento de Israel.

¿Cómo puede entonces Vezot Haberajá – la bendición a Moisés a Israel – finalizar con su censura? De hecho, el final de la Sidra sería contradictorio con su inicio, ya que empieza hablando de la naturaleza única de Israel al aceptar la Torá, y finaliza sugiriendo su falta de merecimiento al hacerlo.

Es todavía más extrañó que las palabras finales de la Torá, cuyo propósito total era dirigirse a Israel y ser aceptada por Israel, se refiriesen a la ruptura de las tablas en las que sus leyes estaban grabadas.