LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO

Al inicio de su gestión, el presidente electo Enrique Peña Nieto (EPN) enfrentará un complejo panorama a nivel internacional y en el ámbito nacional, mismo que se prevé sólo podrá ser superado en el mediano plazo. En el presente existe una marcada incertidumbre sobre el futuro desempeño de la economía global en virtud de que se inició un proceso recesivo en varios países de Europa; la ralentización de la actividad productiva en China, nación que se ha convertido en factor de peso en la economía mundial (ocupa el segundo lugar por su dimensión); la atenuación de la tasa de crecimiento en Japón, después de iniciar un periodo de recuperación de los daños que le originó el Tsunami que registró el año pasado; la baja en la dinámica de producción en varias naciones en desarrollo, particularmente en Rusia, Brasil, India y Corea.

En este contexto, a México le preocupan más las señales contradictorias que se registran en la evolución de la economía de su principal socio comercial, EUA, que se estima tendrá un adelanto de su PIB de sólo 1.8% este año, con posibilidad de que en el 2013 ó en el 2014 experimente una recesión al llevarse a cabo los ajustes fiscales derivados de las políticas instrumentadas en la materia en la gestión del Presidente Bush, el denominado Precipicio Fiscal, que implicará recortes en el gasto público y aumento de impuesto para reducir su déficit fiscal de alrededor de 8.3% como proporción del PIB en el presente ejercicio, a 4.0% en el próximo, con ello disminuiría la derrama de ingresos en la economía en más de 600,000 millones de dólares en un año; (4.0% del PIB); los ajustes se harán en sectores de alta sensibilidad social, como el de salud, con una baja anual del PIB de 1.5% que prácticamente ubicaría a EUA en una etapa recesiva y con un incremento del desempleo de 8.1% en el presente a más de 9.0% el próximo año. Por lo demás, el entorno económico en EUA se hará más volátil por que el endeudamiento gubernamental llegará a su techo, más de 16 trillones de dólares, lo que incrementará los conflictos políticos entre los partidos, situación que mermará la confianza general y retrasará la toma de decisiones gubernamentales en detrimento de la economía. EUA es el tercer país más endeudado del mundo detrás de Japón e Italia, en donde los pasivos representan 234.0% y 125.0% de su PIB, en cada caso.

Otro importante riesgo para la economía de EUA está vinculado con la recesión que manifiestan las economías europeas que podría profundizarse más de lo previsto originalmente debido a que el apoyo que le brindan les instituciones europeas y el Fondo Monetario Internacional les demanda profundizar cada vez más en el ajuste de sus cuentas fiscales; de hecho se estima que para Italia, España y Grecia, la declinación de su PIB se extenderá a el 2014 con incidencia negativa en las exportaciones de EUA a la región europea. Asimismo, el proceso recesivo en Europa podría propiciar una depreciación adicional del euro respecto al dólar que encarecería a los bienes y servicios de EUA en Europa. No obstante, que se prevé que el entorno negativo que prevalecerá en Europa, se prolongue por cinco años, no se anticipa que experimente una crisis financiera, lo que implicaría consecuencias imprevisibles para la economía mundial.

La incertidumbre geopolítica en el Medio Oriente, particularmente la posibilidad de un conflicto militar entre Israel e Irán, con intervención de Occidente, EUA sobre todo, constituiría otro elemento adverso para la economía mundial por que se generaría un aumento sustancial en las cotizaciones internacionales del petróleo. Así por ejemplo, se estima que un alza de 10.0% de los precios del petróleo sobre su nivel actual tendría un impacto negativo en EUA de -0.2% en su PIB; alza de 0.5% en su tasa inflacionaria y un recorte adicional de 120,000 plazas de trabajo.

En este entorno, es importante hacer notar que la atenuación del avance en China será “suave”, se calcula que su PIB aumentará 7.6% en el 2012, comparado con una media de entre 9.0% y 10.0% en los diez años previos; ésta baja ha desalentado sus compras del exterior, especialmente de Japón, EUA y la Eurozona, así como sus flujos de inversión directa en el mundo; en este sentido, este fenómeno no es coyuntural, el “modelo exportador de China está llegando a su límite, de aquí que se espere que su avance cada vez más lo fundamente en el mercado interno; con impactos contractivos en su demanda de importaciones.

México no ha sido ajeno al “shock” del exterior, particularmente por su elevada dependencia de la economía de EUA y de su sector petrolero, lo cual se ha convertido en factor de presión para impulsar un desarrollo económico sostenido. La economía de EUA podría retomar un avance de 3.0% hasta el 2015, México no puede esperar a recibir el beneficio de la mejoría económica de ese país; el nuevo gobierno no sólo debe realizar las reformas estructurales que precisa, sino replantear su modelo de desarrollo. EPN debe seleccionar a colaboradores capaces y honestos en esta tarea. Preocupa que haya designado para su equipo de transición a algunas personas con antecedentes desfavorables en su gestión previa como funcionarios o políticos.