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El diario Yediot Aharonot aseguró que Netanyahu ofreció devolverle toda la meseta del Golán a Siria a cambio de la paz.

El sorprendente anuncio del periódico se basa en un texto y documentación de Frederick Hoff, quien fue el mediador estadunidense entre Benjamín Netanyahu y el presidente sirio Bashar al-Assad, y aseguró que las conversaciones avanzaron con relevante éxito.

Hoff terminó recientemente sus funciones en la administración del presidente estadunidense Barack Obama y decidió poner por escrito las conclusiones de su negociación, las que también conocían el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, y altos responsables de Estados Unidos.

Según la documentación, Netanyahu llegó a ofrecer a Damasco la retirada completa de la meseta y acceso al mar de Tiberíades, una de las fuentes de agua estratégicas de Israel, a cambio de la paz completa y el intercambio de embajadores.

Israel ocupó la meseta del Golán en la guerra de los Seis Días de 1967, y a partir de la década de los años 90 negociaron varias veces su devolución sin éxito. Una de las razones es que Siria insiste en tener acceso al agua del bíblico lago, según las fronteras de 1967, cuando Israel ofrecía únicamente el retorno de la meseta sin acceso al agua.

La disputa por el acceso a la orilla se debe a que en 1948 la costa entera del lago estaba en manos de Israel y durante los años siguientes Siria, que estaba a poca distancia del agua, se fue apropiando de la franja costera, explicó el rotativo.

En negociaciones anteriores, los primeros ministros israelíes Isaac Rabin, Ehud Barak y el propio Benjamín Netanyahu, en su primer mandato entre 1996 y 1999, ofrecieron la devolución completa del territorio ocupado sin acceso al agua.

Barak, quien gobernó entre 1999 y 2001, fue el que más avanzó en el diálogo con la propuesta de mantener la frontera a una distancia de 10 metros de la orilla, la suficiente para que Siria no pudiera reclamar la territorialidad del agua.

En ese sentido, indicó el Yediot Aharonot, la última propuesta de Netanyahu es revolucionaria, porque nunca antes un primer ministro israelí ofreció acceso al lago. Las conversaciones, que se realizaron en el más absoluto de los secretos, comenzaron a mediados de 2010 con la mediación del asesor de Obama, experto en delimitación de fronteras en zonas conflictivas del mundo.

Terminaron pocos meses después cuando la Primavera Árabe comenzó a sacudir Medio Oriente, y se expandió por Siria hasta una guerra civil que se cobró en el último año la vida de decenas de miles de personas. Fuentes estadunidenses declararon al diario que durante el proceso negociador surgieron diferencias sobre la rapidez con la que Israel debía retirarse de la meseta, ya que Siria esperaba recuperarla en el plazo de un año a dos y Netanyahu pedía más tiempo.

También había divergencia sobre la “expectativa” israelí de que Damasco cortara sus relaciones con Irán, hoy por hoy el enemigo más importante de Israel y que desarrolla tecnología nuclear, una demanda que Siria no quería asumir explícitamente dentro del acuerdo.

La oficina de Netanyahu se limitó a comentar que “esta iniciativa era una de tantas de las que fueron elevadas a Israel en los últimos años”. “En ningún momento Israel la aceptó. La iniciativa es irrelevante y su publicación en este momento se origina en considerados políticos”, según la respuesta del primer ministro.

Netanyahu, líder de la derecha nacionalista israelí y que numerosas ocasiones se expresó públicamente en contra de la retirada del Golán, donde viven casi 20 mil colonos judíos, aspira a la reelección en enero próximo tras haber declarado el final de la actual legislatura.

ACTUALIZACIÓN

13 de octubre- a vocera del Departamento de Estado estadounidense, Victoria Nuland, confirmó que antes del estallido de la revuelta popular contra el régimen de Bashar Assad, Estados Unidos trató de reanudar las conversaciones entre Israel y Siria, destaca la Agencia Judía de Noticias.