BENJAMÍN LAUREANO LUNA

Las elecciones adelantadas a celebrarse en Israel, pondrán a flote que la población israelí está impregnada de pánico, ante la posibilidad de guerra con Irán, el cual dispone de un anillo de terroristas (Siria, Líbano [Jizb Alláh], Gaza [Hamás y Yijad Islámica], Egipto [Yihad Global] y otros grupos, que poseen miles de cohetes, misiles y suicidas con cinturones explosivos, independientemente de los cohetes de largo alcance de Teherán.

La infiltración en territorio israelí de un avión sin piloto (drone), de fabricación iraní, lanzado desde Líbano por Jizb Alláh, bajo la dirección de Irán, pudo fotografiar el reactor atómico israelí de Dimona, lugares secretos de instalaciones estratégicas conjuntas de Israel y Estados Unidos, sin que se le pudiese derribar en dos intentos, hizo que personajes israelíes se preguntaran: Si con un avión sin piloto hemos estado impotentes, ¿qué haríamos ante el ataque de cientos de aviones sin piloto?. ¿Es el talón de Aquiles de Israel?.

Además la campaña política de Benjamín Netanyahu, Primer Ministro de Israel, criticando al Presidente de EE.UU., Barack Obama, por no adoptar una acción enérgica convincente, trazando “líneas rojas”, para obligar a Irán a suspender su amenazador programa nuclear, ha causado efecto debilitador electoral en el proceso para la reelección de Obama, lo que perjudica también a Israel, pues el Gobierno de Washington es el mejor aliado de Jerusalén y, la “pequeña Gran Potencia” -como calificó China a Israel-, se encuentra “aislada”, por errores diplomáticos.

Internamente emergen con grandes posibilidades: el Partido Laborista; Tzipi Livni -ex Canciller de Israel y ex líder del Partido Kadima-; Ehud Olmert, ex Primer Ministro y otros. Pero, los actores tienen carencias financieras propias, por ello del extranjero procede el dinero necesario para la campaña electoral.

Hay que restablecer la confianza en la capacidad defensiva de Israel para acabar con el miedo, pánico y sentimiento de inseguridad; retornar a las buenas relaciones con Washington, que ahora propugna, además, un “ataque quirúrgico” contra los persas; impulsar más respaldo de la Unión Europa, a pesar de que padece una grave crisis económica; buscar mayor apoyo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas; negociar con Moscú para que deje de apoyar a Irán y a Siria o al menos que lo disminuya; fomentar la dinamización de los anusim de América Latina e impulsar su migración a Israel para que el Estado siga creciendo; acrecentar relaciones con Brasil, Argentina y en general con América Latina y el Caribe, así como con los Estados No Alineados.

Lo anterior reclama un cambio profundo político y diplomático.

A pesar de los misiles, cohetes, aviones sin piloto, de los proyectos nucleares, el odio forjado desde mezquitas, madrazas y de conspiraciones de supuestos amigos, Israel es Eterno.