RODICA RADIAN-GORDON

El día de hoy concluye el congreso 100 años de Vida Institucional Judía en México en el Museo Nacional de Antropología, organizado por el Centro de Documentación Ashkenazi, el Comité Central de la Comunidad Judía de México, la Universidad Nacional Autónoma de México, El Colegio de México y la Universidad Hebraica-México, cerrando así un año de festejos enfocados a la vida comunitaria judía mexicana.

Al llegar a México en la primera década del siglo XX, las primeras familias judías fundaron en junio de 1912 la Beneficencia de la Alianza Monte Sinaí, que se convirtió en la primera institución del mosaico asociativo e institucional que habrían de conformar las comunidades judeo mexicanas. Sus instituciones han proveído a sus miembros con los tres pilares primordiales de la vida judía alrededor del mundo: caridad y ayuda al prójimo, educación, y vida religiosa.

A lo largo de su vida milenaria en la diáspora, las instituciones comunitarias han sido siempre la columna vertebral y una fuente de identidad y preservación de dichos valores, además de representar a la colectividad judía frente a las sociedades nacionales y sus autoridades. Los líderes comunitarios han actuado en estos marcos de organización voluntaria siguiendo los principios democráticos basados en la representatividad y el compromiso. Estos principios prevalecen hasta el día de hoy en todas las comunidades judías alrededor del mundo, incluyendo a la de México.

Es interesante notar que el profesor Shlomo Avineri, destacado politólogo y ex director general del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, se refiere a esta tradición democrática comunitaria como la base de la democracia israelí. En un artículo publicado en el diario Ha’aretz (15/09/12) Avineri enfatiza el hecho de que la vida judía en la diáspora se concentró alrededor de sus instituciones oficiales, elegidas por el principio de un consejo representativo, de manera que cada comunidad ha establecido sus propias reglas de funcionamiento. En el Estado de Israel, las instituciones comunitarias dieron cabida a instituciones estatales (el gobierno, el Parlamento, el Poder Judicial, etcétera) consustanciales a la democracia.

El establecimiento del Estado de Israel ha creado una nueva dinámica y un punto de referencia para las comunidades judías alrededor del mundo. Las relaciones entre Israel y las comunidades forman uno de los pilares más importantes de la política israelí. La influencia es recíproca: las tradiciones de las diferentes comunidades han nutrido el crisol israelí; pero en paralelo, el carácter de la sociedad judía israelí tiene influencia en todas las áreas de la vida comunitaria en la diáspora. Al mismo tiempo, las comunidades se han convertido en un vínculo muy importante en el fortalecimiento de los lazos diplomáticos de Israel con otros países. Este es el caso de México, en donde la comunidad juega un papel primordial en el acercamiento de ambos pueblos y culturas en todos los sentidos.

Durante los tres días del congreso, las diversas conferencias y mesas redondas trataron aspectos que van desde los orígenes de la presencia judía en México y su vida institucional, pasando por temas de educación y cultura, hasta el impacto de Israel en la vida comunitaria.

Aprovecho este importante evento para enviar mis mejores deseos para muchos más años de una próspera vida comunitaria.

*Embajadora de Israel en México