EL MUNDO.ES

29 de octubre 2012.-Los ordenadores de la Policía israelí están bajo vigilancia suprema. Expertos de este organismo y de la unidad de ciberdefensa nacional investigan y buscan el virus que supuestamente consiguió penetrar en el cuerpo policial. De momento, sin solución. El temor a un ataque es evidente. De ahí que desde hace unos dias los agentes y funcionarios no pueden introducir CDS y conectar USB o cualquier dispositivo exterior a sus ordenadores.

Un oficial que sirve en un distrito del centro de Israel lo confirma hoy a ELMUNDO.ES: “Hay una alerta muy concreta y seria. Por eso la orden es no conectar nuestros ordenadores a ningún dispositivo exterior. Por ejemplo no podemos usar las cámaras lo que dificulta ciertos aspectos de la actividad diaria”.

“Trabajamos de tal forma que está prohibida la transmisión de información de sistemas internos a exteriores y viceversa. Estamos comprobando aún todos los sistemas a nivel nacional y local”, nos dice el portavoz policial, Mickey Rosenfeld.

“La consigna es tener máxima precaución con los usos tecnológicos”, indica Rosenfeld antes de aclarar: “La actividad policial no se ha visto interrumpida en ningún momento”. Es evidente, sin embargo, que la preocupación reina en el cuartel general de la Policía en Jerusalén.

Los expertos analizan desde la base de datos hasta las conexiones con los servidores pasando por correos recibidos y enviados. “Al parecer el virus llegó de un mail y se puede deducir que no es un trabajo de aficionados. Sólo un grupo organizado o un Estado puede estar detrás del virus”, nos dicen fuentes relacionadas con la seguridad cibernética dando ya por hecho el ataque. Las especulaciones apuntan directamente a Irán de la misma forma que Teherán acusa a Israel y EEUU de haber lanzado varios y letales gusanos contra su programa nuclear como Stuxnet o Flame.

Lejos del “mundo real”, Israel, EEUU, Irán, el grupo chií Hizbulá y otros actores en la zona mantienen una intensa guerra cibernética. Las murallas creadas para proteger sistemas e infraestructuras son cada vez más sofisticadas, altas y gruesas. Pero como en el frente de guerra, el atacante es el que sorprende y lleva la iniciativa. “Cada día nuestros sistemas son objeto de ataques o intentos de infiltrarse”, confiesan en el Mando Nacional Cibernético.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció en mayo un presupuesto de 50 millones de shékels (10 millones de euros) para potenciar el organismo de ciber defensa en el campo de batalla. “El nuevo organismo es muy activo y desarrolla lo que se puede llamar como Cúpula de Hierro digital para proteger a Israel del ciberterrorismo”, afirma Netanyahu comparándolo con la batería de defensa que neutraliza los misiles disparados desde Gaza contra las poblaciones del sur de Israel.

Tenga relación o no con el eventual ataque contra la Policía, hace unos días se registró un ataque contra varios organismos oficiales y ministerios. El troyano iba camuflado en un misil muy simple: un correo electrónico enviado desde [email protected]. en alusión al jefe de las Fuerzas Armadas.

Las capas creadas para repeler ataques se centran en proteger numerosos espacios que son el objetivo natural de los “piratas enemigos”: Ejército, Policía, Servicio de Inteligencia, ministerios e instituciones y todo lo relacionado con el ámbito empresarial privado.

Pese a que Israel posee uno de los ataques y defensas más importantes en la ciberguerra, su espacio virtual no es hermético. Por la sencilla razón de que es imposible. Como nos comenta un hacker israelí,”sólo hay una forma de evitar que en tu ordenador no penetre un virus hostil: desconectar la computadora de la electricidad y dejarla tirada en el trastero”.