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La noticia le dio la vuelta al mundo en octubre pasado: el gobierno de Estados Unidos había frustrado un plan de ciudadanos iraníes para matar en Washington D.C. al embajador de Arabia Saudita.

Uno de los acusados, bajo órdenes de las fuerzas especiales de Irán, viajó a México a fin de contratar sicarios del cartel “Los Zetas” para que ejecutaran el atentado, según los cargos.

Mucho antes de que esta operación se diera a conocer, en México se preparó un plan igual de alarmante, pero hasta ahora desconocido: atacar masivamente los sistemas informáticos del gobierno de Estados Unidos y eventualmente realizar una ofensiva física, según dijeron a Univisión personas que asistieron a las reuniones.

De acuerdo con grabaciones y testimonios obtenidos por Univisión, diplomáticos de Irán y Venezuela, con el apoyo de la embajada de Cuba en la capital mexicana, presuntamente promovieron y financiaron un plan de sabotaje masivo de los servidores de la Casa Blanca, el FBI, el Pentágono y de varias plantas nucleares de
Estados Unidos. También se contempló la posibilidad de ataques armados, según los testigos.

El sabotaje cibernético contra Estados Unidos desde México es solo un capítulo del historial secreto de Irán en su ofensiva cultural, militar y de negocios en América Latina.

Los frustrados asaltos informáticos fueron denunciados por estudiantes y ex profesores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que se infiltraron en los círculos diplomáticos haciéndose pasar por hackers o piratas cibernéticos.

Univisión tuvo acceso a decenas de horas de audio y video grabados por los jóvenes.

“Los objetivos del plan que se discutieron fueron atacar en primera instancia de manera cibernética a los Estados Unidos y posteriormente hacerlo de manera física”, explicó Juan Carlos Muñoz Ledo, un mexicano experto en informática que dirigió la infiltración de los diplomáticos. “Eso era lo que querían propiamente tanto las embajadas de Irán como la de Venezuela”.

Muñoz dice que la idea del ataque cibernético salió de la embajada de Cuba y posteriormente fue presentada a las embajadas de Irán y Venezuela para su aprobación.

El embajador de Irán en México entre 2007 y 2010, Mohammad Hassan Ghadiri, confirmó que se reunió con los mexicanos y que propusieron un ataque cibernético pero negó rotundamente que haya aceptado participar en el complot.

“Si ellos han propuesto esto y nosotros hemos dicho esto no es nuestro trabajo. Hemos rechazado”, dijo Ghadiri. “Ellos fueron unos infiltrados para proponer cosas así. He dicho que no somos interesados porque no tenemos interés en hacer esas cosas,” agregó el diplomático. “Me parecieron agentes de la CIA”.

Pero esta grabación sugiere que Ghadiri sí estaba interesado en objetivos específicos.

– Ghadiri: Ahora es muy importante saber qué tienen en mente, atacar a Irán o no, la defensa nuclear de ellos.
– Muñoz: El profesor nos pidió ubicar las centrales nucleares en los Estados Unidos.
– Ghadiri: sí, es muy importante, instalaciones militares y no militares.
– Muñoz: Tenemos que preguntarles qué empresas podemos atacar, porque sus sistemas son muy débiles en comparación con los militares, los de la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional. Es muy fácil de entrar, y como una metáfora, poner una bomba.
– Ghadiri: Una bomba digital.
– Muñoz: Sí, una bomba digital.

Las grabaciones muestran también al actual cónsul de Venezuela en Miami, Livia Acosta, recibiendo y pidiendo información sobre los servidores de plantas nucleares de Estados Unidos. Cuando ocurrieron los hechos, Acosta se desempeñaba como agregada cultural de Venezuela en la embajada de México.
– Muñoz: …Se les dieron las ubicaciones de todas y cada una de las plantas nucleares en Estados Unidos.
– Acosta: Ah mira, eso está bueno.
– Muñoz: Y no solamente eso sino las claves, falta una sección.
– Acosta: Pues eso también deberías dármelo a mí.
– Muñoz: Si, si, no, si, si, si.
– Acosta: Pa’ mandárselo al presidente, el jefe de defensa pues de seguridad del presidente es mi amigo.
Y está allí con el presidente y anda con el presidente para arriba y para abajo.
– Muñoz: Y quién es?
– Acosta: Se llama Alexis López
– Acosta: Es un general.

El general López, jefe de custodia del presidente venezolano Hugo Chávez, sería el supuesto intermediario que entregó la información al presidente.

Acosta: Yo quiero hacer énfasis, lo que tú me diste, lo último, ya lo pues lo vio el presidente.
Acosta declinó varias solicitudes de parte de Univisión para explicar su rol en el supuesto complot.

Algunos de los estudiantes relataron estas experiencias a funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, (Department of Homeland Security), en solicitudes de asilo que presentaron a principios del año con el argumento de que estaban siendo perseguidos en su país. Uno de los funcionarios federales escribió en el reporte preliminar que existe un “miedo creíble”.

“La solicitante ha establecido que hay una significativa posibilidad de que su testimonio pueda ser hallado creíble en una audiencia de asilo… y ha establecido un miedo creíble de persecución de iraníes’’, afirmó en el reporte el oficial de asilo Ewin Leslea, al referirse al testimonio de la madre de García en mayo de este año.

Continua…